CONSUMO MASIVO: REACTIVACIÓN DESDE EL SEGUNDO SEMESTRE

 

La reactivación del sector construcción y su importancia para las familias de menores ingresos permitirá que éstas reduzcan la actual brecha de consumo respecto de las de mayores ingresos.

 

GIANFRANCO RUBERTO


La canasta básica crecerá este año, pero el consumidor continuará cauteloso. El mundial no tendría un impacto incremental.

La mayor creación de empleo, y un efecto base a raíz del impacto del Fenómeno El Niño, impulsarán el crecimiento del consumo en el 2018. La canasta básica familiar crecerá 1.5% en volumen tras dos años en caída, estima Kantar WorldPanel.

La reactivación del sector construcción y su importancia para las familias de menores ingresos permitirá que éstas reduzcan la actual brecha de consumo respecto de las de mayores ingresos. Credicorp Capital estima que el sector crecerá cerca de 9% en el 2018 debido a la reconstrucción, las obras por los Juegos Panamericanos y el avance de grandes proyectos de infraestructura. "El aumento en las inversiones repercutirá en el consumo de los hogares a partir del segundo semestre del 2018", señala Cecilia Ballarín, client development manager de KWP. El impulso se sentirá principalmente en categorías de la canasta básica como aceite, fideos, arroz y lácteos. Éstas serían las primeras en reactivarse.

El consumidor continuará cauteloso hasta que perciba que su situación se estabiliza, a pesar de un entorno más favorable. Ello implica que, ante un aumento en su capacidad de desembolso, no necesariamente migrará a marcas más caras o aquellas que dejó de consumir tras la desaceleración.

Hacerlo dependerá de la categoría y su propuesta de valor. En el caso de alimentos y productos de cuidado del hogar, el consumidor priorizaría marcas económicas o de los propios establecimientos, puesto que las más caras no le significan un valor agregado. En cuidado personal, las marcas premium o mainstream tendrán oportunidad de ganar terreno si desarrollan empaques de menor tamaño y amplían su presencia en los canales que vienen tomando protagonismo, como bodegas y discounters. Estas dos estrategias permitirían al consumidor de la base de la pirámide probar el producto y generar, en el mediano plazo, un hábito de compra.

Las empresas también deberán adaptar sus empaques a la reglamentación de la Ley de promoción de la alimentación saludable. Ésta ha sido modificada por la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso. Aún debe ser discutida en el Pleno. De igual modo, su impacto en la decisión de compra de los consumidores será de corto plazo y se limitará a algunas categorías.

El mundial de fútbol tampoco tendrá un aumento del consumo en términos agregados. Se generará una recomposición del gasto de las familias a favor de snacks, bebidas y cerveza. El crecimiento de esta última categoría dependerá del horario del partido, el clima, entre otros factores, según un reporte de Euromonitor sobre el impacto del mundial en el consumo de cerveza.

 

 

Publicado en SEMANAeconómica, 02 de enero de 2017