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LOS FRAUDES MÁS COMUNES EN EL COMERCIO ELECTRÓNICO

Los defraudadores cambian estrategias para concretar sus crímenes.

La seguridad en medios de pago evoluciona a la par de la tecnología. Por eso, los defraudadores cambian sus estrategias para conseguir sus fines.

Ante esta situación, el CEO de la empresa Alignet, Luis Gamarra, dar a conocer el entorno actual del sector e-commerce con los tipos de fraude que se presentan con mayor frecuencia y que impiden un crecimiento sostenido en los negocios locales y globales.

Phishing. Es una técnica conocida de suplantación de identidad para hacerse pasar por otra persona. Se caracteriza por intentar adquirir información confidencial de forma fraudulenta como una contraseña, información detallada sobre tarjetas de crédito u otra información bancaria.

Botnets. Son robots informativos o virus que se ejecutan de manera autónoma para obtener datos de una computadora y realizar fraudes en línea.

El estafador está en un país en compras vetadas en comercios electrónicos, por lo que utiliza una IP de otros países para no levantar sospecha.

Re-shipping. Es más conocida como la "mula". Consiste en que una persona compra en un comercio electrónico con una tarjeta robada y contactan a otras personas para recibir la mercancía a cambio de una comisión para evitar ser descubiertos.

Fraude de afiliación. Son las conocidas campañas falsas de afiliación para obtener descuentos en comercios electrónicos y su intención es robar la información de los compradores interesados en esos supuestos descuentos.

Account takeover. Es un método de hackeo de cuentas de usuarios en tiendas de comercio electrónico. El estafador obtiene datos de un usuario tomando el control de sus cuentas y cambiando datos de estas para realizar el fraude online.

Robo de identidad. Es cualquier clase de fraude que origine la pérdida de datos personales, como las contraseñas, nombres de los compradores, información bancaria o número de tarjetas de crédito o débito.

Fraude-amigo. Consiste cuando el comprador recibe una compra con total normalidad, pero los pocos días la tienda recibe una devolución. El cliente declara la compra como fraudulenta en su banco, aunque en realidad fue él mismo quien hizo la compra.

Publicado en Gestión, 21 de mayo del 2018