ENTRE EL INTERÉS PÚBLICO Y PRIVADO


No pocas veces, la implementación de medidas de política macroeconómica implica mejoras en determinados contextos a la vez del empeoramiento de otros. Una manera muy común de evitar controversias a partir de lo anterios, es aducir que las medidas son "técnicas".

Un ejemplo de lo anterior deviene de cambios en el límite de inversiones en el exterior de nuestros fondos previsionales, por parte de las AFP, dada la actual prerrogativa del Congreso y el Banco Central de la Reserva del Perú (BCRP) de establecer los límites legales y operativos, respectivamente.

Las AFP manejan un fondo previsional de S/140,000 millones, esto es 20% del PBI. Dado que representa casi el 40% del ahorro, se tiene que considerar la necesidad de varias regulaciones sobre los límites de inversión de los fondos previsionales en el exterior y el tipo de instrumentos donde invertirlos. Entonces, al evaluar las medidas por adoptar, por ejemplo, sobre estos límites, no solo deben tenerse en cuenta los efectos microeconómicos resultantes sobre la rentabilidad del fondo administrado, sino también el poco referido efecto macroeconómico como es el efecto sistémico resultante. Miremos más de cerca esto último.

Las inversiones en el exterior de los fondos previsionales tienen un límite operativo definitivo por el BCRP, cuyo tope máximo es el límite legal establecido por el Congreso. Desde julio último, los dos topes operativo y legal son el 50%. ¿Qué implicaría incrementar tope de inversiones en el exterior a las AFP?

Por un lado, una nueva elevación del límite de inversiones en el exterior -de- mandada por algunos- si bien haría posible una mayor diversificación en los portafolios administrados por las AFP, dado que con el crecimiento de los fondos previsionales la demanda incrementada por instrumentos financieros para invertir, empezó a superar sostenidamente a la oferta local de instrumentos financieros disponibles, afectándose adversamente la rentabilidad de largo plazo de los fondos.

Frente a ello, el BCRP ha venido aumentando el límite operativo de inversiones en el exterior, al hacerse más intensa la demanda de los no residentes por activos locales, moderándose así la volatilidad de la demanda por soles u otros activos financieros domésticos, impidiéndose así su sobrevalorización. No obstante, para magnitudes de fondos provisionales como las de ahora, si bien en teoría más ampliaciones al límite de inversión en el exterior harían que el BCRP pueda tener más grados de libertad para ajustar la posición de inversiones internacionales en el Perú en función de los flujos de capitales del exterior, el problema es que tal "fine tunning" indicado sería bastante más dificultoso de realizarlo con la precisión necesaria, dado el tamaño actual del fondo. Imaginando una elevación del límite, tan solo en 10% más, las AFP si quisieran podrían con S/14,000 millones más disponibles demandar hasta US$4,200 millones en pocos días; frente a lo cual no se necesita ser economista, ni mucho menos vidente, para imaginar la importante volatilidad que se generaría en el mercado de divisas y en el sistema financiero local.

En suma, la propuesta planteada por algunos, de seguir elevando al límite de inversión en exterior a las AFP, debe de pasar por una cuidadosa evaluación de los beneficios que por el lado microeconómico esta genera, como es la diversificación de las inversiones, frente al riesgo macroeconómico de una imprevista desestabilización de mercado de divisas y financieros locales, ante la posibilidad de que en pocos días podría generarse una demanda aumentada de dólares, a fin de comprar nuevos activos financieros en el exterios. ¿Cómo para tenerlo en cuenta, no?.

Publicado en Gestión, 7 de noviembre de 2018