ARGENTINA ELEVA LA BASE DE IMPUESTO A BIENES PERSONALES

 

Con la medida el Gobierno busca beneficiar a los consumidores de clase media

 

El Senado argentino convirtió en ley una iniciativa que eleva sustancialmente la base a partir de la cual la población debe pagar un tributo a los bienes personales, en otra medida impulsada por Gobierno para beneficiar a los consumidores de clase media.

 

El llamado "impuesto a la riqueza" se cobrará ahora cuando los activos de un ciudadano superen los 305.000 pesos (unos 96.400 dólares), lejos de los 102.000 pesos que estaban vigentes hasta antes de que en la noche del miércoles se sancionara la nueva ley.

 

Según los cálculos oficiales, la medida, que entrará en vigencia cuando sea promulgada, beneficiará a unos 300.000 contribuyentes y será retroactiva al 1 de enero de este año.

 

La iniciativa llega tras años de reclamos de la población, ya que luego de que se devaluara el peso en el 2002 el valor de los inmuebles en moneda local se triplicó, lo que obligó a muchos ciudadanos -que habían perdido poder adquisitivo- a comenzar a pagar el desactualizado tributo.

 

Hasta la modificación rubricada por el Congreso, una familia argentina que tenía un inmueble regular valorizado en 40.000 dólares era considerada "rica".

 

Además de las viviendas, el impuesto también grava a los autos, al dinero en efectivo y a las embarcaciones, entre otros bienes.

 

Medios locales informaron que la reforma estipula que el impuesto a los bienes personales deberá pagarse sobre el total de los activos y no sobre el excedente de 305.000 pesos fijados como límite, que era como regía hasta el momento.

 

Desempleo

La tasa de desempleo en Argentina cayó a su menor nivel en 15 años por una fuerte expansión económica, en una medición que generó nuevas dudas sobre la confiabilidad de los datos oficiales.

 

El ente estatal de estadísticas dijo en un comunicado que en el tercer trimestre un 8,1 por ciento de la población activa no tenía trabajo, frente al 10,2 por ciento del mismo período del 2006 y el 8,5 por ciento del segundo trimestre del 2007.

 

Las estadísticas oficiales argentinas están inmersas en una crisis de credibilidad desde principios de año cuando el Gobierno aplicó cambios en el método de calcular la inflación y desató un conflicto con los trabajadores del organismo estatal, que derivó en huelgas y protestas.

 

El caos que reina en el ente impidió que se realicen entre julio y septiembre las encuestas para medir la tasa de desempleo en cuatro de los mayores centros urbanos del país: Gran Buenos Aires, Mar del Plata-Batán, Bahía Blanca-Cerri y Gran La Plata.

 

Las mediciones no se efectuaron por el "paro (huelga) del personal" y "causas de orden administrativo," reportó en un comunicado el ente estatal de estadísticas (Indec).

 

El Indec explicó que ante la falta de esos datos proyectó el resultado para poder informar un úndice a nivel nacional.

 

"Obviamente, no es tan bueno como haber hecho la medición; peor sería haber dado el dato que les daba sin esas regiones," dijo Fausto Spotorno, analista del estudio económico Orlando Ferreres y Asociados.

 

 

FUENTE: REUTERS