INTERNAUTAS OBSESIVOS PUEDEN CAER EN  DEPRESIÓN

 

 

Por Time

 

 

Un estudio reciente realizado por el epidemiólogo Lawrence Lam, de la Universidad de Notre Dame en Fremantle, Australia, y su colega Zi-Wen Peng de la Universidad de SunYat-Sen en Guangzhou, China, demostró que pasar largas horas navegando en internet puede causar o aumentar la depresión.

Anteriormente ya se habían llevado a cabo diversos estudios que relacionaban enfermedades mentales con un uso patológico de internet, pero en esta ocasión el estudio fue hecho con una gran muestra de estudiantes adolescentes de la ciudad de Guangzhou. Se analizaron a más de mil alumnos, el primer paso fue hacerles una prueba de 20 preguntas. El 6% de ellos mostró una patología sólo con las respuestas a su examen: se sentían angustiados y ansiosos cuando no tenían acceso a una computadora.

Los siguientes nueve meses los alumnos usaron internet varias horas al día bajo observación. El 6% mencionado se mostró 2.5 veces más inclinado a patologías depresivas que el resto de los estudiantes, sin embargo, muchos de ellos que no habían mostrado ningún síntoma depresivo al inicio, al finalizar éste ya manifestaban leves indicios de depresión.

Los investigadores no encontraron la causa de esta relación, sin embargo, creen que puede ser porque los internautas obsesivos suelen convertirse en personas solitarias y marginadas.

Este estudio no pretende en lo absoluto ser alarmante, los investigadores lo ven como una medida para evitar depresiones o evitar que éstas se agraven entre los adolescentes. También hay que tomar en cuenta que independientemente de la frecuencia con la que usemos internet, hay gente más propensa a la depresión que otras.

Los padres no sólo deben vigilar lo que sus hijos ven en la red, sino también cuidar que no se pasen todo el día frente a la computadora. Hay que motivarlos a hacer ejercicio y a realizar otras actividades que los hagan olvidarse de la computadora o del celular por un rato. Esta medida los convertirá en personas más saludables.
 


Fuente: Time.com