La ley de protección de datos: sus implicancias y una larga espera

 

Empresas de rubros como retail y consumo serán afectadas. Con la norma se exige un consentimiento expreso del usuario.


 

Diana Mujica Maguiña

dmujica@diariogestion.com.pe

 

El registro de datos de todos sus clientes, la información de todos los empleados de su empresa, o incluso su tarjetero lleno de contactos están contemplados en la ley de protección de datos.

En setiembre del 2012, se anunció con bombos y platillos la inminencia del reglamento que echaría a andar una ley que fue promulgada en julio del 2011.

Han pasado cuatro meses y el reglamento no llega. Según Enrique Cavero, abogado de Hernández y Cía. Abogados, los motivos pueden obedecer tanto a intereses privados como a las implicancias demasiado espinosas de la ley.

Aplicación

“Esta ley se hizo como una forma de proteger la información de los ciudadanos. Tiene que ver con el mundo digital, en gran parte, pero tiene también muchas otras implicancias donde quizá se ha excedido en su celo y ahora resulta muy complicado hacer una aplicación realista de esta”, explica Cavero.

Y es que, según el experto, la protección de los datos pasa por la información que nosotros dejamos cuando, por ejemplo, participamos en sorteos de retail, de páginas web, o cuando nos registramos en algún servicio online.

Ahí es donde se da el impasse, pues afecta directamente a las empresas que manejan esta información, porque ellas deberán crear un registro de qué hacen y cómo manejan los datos, dándole la posibilidad al usuario de negarse a que su información se use para algo que no sea el sorteo en el que se ha inscrito.

“La ley exige el consentimiento expreso, aun en casos donde podemos hablar de consentimiento inequívoco”, precisa Cavero. Esto se refiere a cuando resulta tácito y fuera de dudas que la empresa no usará la información más que para el fin autorizado, pero el expreso exige firma de un documento físico u online, complicando el escenario.

Con esa premisa, incluso usted deberá informar a sus contactos que le dieron una tarjeta que tiene una base de datos doméstica sin fines de explotación.

 

Publicado en Gestión el 5 de febrero del 2013