Oligarcas y Dinero

 

Autor: Paul Krugman

Premio Nobel de Economía 2008, es profesor de Economía y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton.

 

Nuestra incapacidad de enfretar el elevado desempleo tiene mucho que ver con los intereses de clases.

 

Los "econonerds" aguardamos impacientes cada edición del informe Perspectivas de la Economía Mundial (World Economic Outlook) del fondo monetario internacional (FMI).

Pero lo que nos interesa no son las proyecciones sino los capítulos de aálisis, que siempre son interesantes e inclusive provocadores. El ultimo informe (publicado esta semana) no es la excepción, especialmente el Capitulo 3, que aunque es presentado como un análisis de las tendencias de las tasas de interés reales, lo que en verdad hace es exponer argumentos a favor de elevar las metas de inflaccion por encima del 2%- que es el techo actual en los países avanzados-.

Esta conclusión calza con otra investigación del FMI. El mes pasado, el blog del organismo-si, publica uno-discutió los problemas creados por la "lowflation", la cual es casi tan destructiva como la deflación. Una edición previade las perspectivas de la Economía Mundial analizó la experiencia histórica de las deudas elevadas y halló que alos países que estuvieron dispuestos a dejar que la inflación erosione sus deudas-incluyendo Estados Unidos-les fue mejor que a otros, como Reino Unido despues de la Primera Guerra Mundial, que se aferraron la ortodoxia monetaria y fiscal.

Lo que en verdad hace es exponer argumentos a favor de elevar las metas de inflación por encima del 2%.

Lo que sucede es que el FMI no se siente capaz de decir abiertamente lo que su análisis claramente implica. En lugar de ellos, el informe se vale de eufemismos para preservar la posibilidad de negación si algo no sale bien: el análisis "podría tener implicaciones para el apropiado es quema de política monetaria".

¿Que es lo que convierte lo obvio en impronunciable? En sentido directo, lo que estamos viendo es el poder de la sabiduria convencional. Pero esta no surge de la nada y cada vez estoy más convencido de que nuestra incapacidad de enfretar el elevadodesempleo tiene mucho que ver con los intereses de clases.

Primero hablemos de los argumentos a favor de una mayor inflación. Muchos comprenden que un nivel de precios a la baja es algo malo, nadie quiere convertirse en Japón, país que ha luchado contra la deflación desde la década de 1990. Lo que se entiende menos es que no existe una linea roja en 0%: una economía con un inflación de 0.5% tendra muchos de los mismos problemas que una con una deflación de 0.5%.

Es por ello que el FMI advierte que la lowflation esta poniendo a Europaen riesgo de sufriri una estagnación al estilo japonés, pese a que (todavía) no se registra una deflación propiamente dicha. En cambio , la inflación moderna es conveniente para varios propósitos útiles. Es positiva para los deudores-y, por consiguiente,buena para la economía en su conjunto cuando una enorme deuda esta frenanado el crecimiento y la creación de empleos-.Tambien anima a las personas a gastar en lugar de mantener efectivo, lo que es positivo en una economía deprimida.asimismo, puede servir como una especie de lubricante económico al hacer más fácil el ajuste de salarios y precios ante cambios en la demanda.

¿Pero cuanta inflación es lo adecuado? La inflación europea está por debajo de1%, lo que claramente es demasiado bajo y la estanounidense no esta muy por encima.¿Pero sería suficiente que regrese a 2%, que es la meta oficialtanto en Europa como en Estados unidos ? Casi con total seguridad, la respuesta es no.

Los expertos en política monetaria saben desde hace mucho sobre los efectos posivitivos de la inflación moderada, pero en los años noventa, cuando la meta de 2% se transformaba en política econímica ortodoxa, creyeron que ese porcetanje era lo suficiente. En particular, creyeron que era suficiente para que las trampas de liquidez fuesen eventos raros-periodos en los que incluso una tasa de interés de 0% no es lo suficientemente alta para restaurar el pleno empleo-. Pero Estados Unidos ha estado sumido en una trampa de liquidez por más de cinco años de mode que es claro que los expertos estaban equivocados. Además, y como muestra el último informe del FMI, existe fuertes indicios de que los cambios en la economía global estan incrementando la tendencia de los inversionistas a acumular dinero en lugar de poner sus fondos a trabajar, elevando de esa manera el riesgo de trampas de liquidez a menos que la meta inflacionaria se eleve. Pero el informe no se atreve a decirlo abiertamente.

De nuevo, ¿que no se menciones lo obvio? Una respuesta es que a la "gente seria" le gusta probar su seriedad pidiendo la adopcion de medidad duras y sacrificios- para que las sufran otros, por supuesto-.Ellos odian recibir respuestas que no involucren mas sufrimiento.

Uno sospecha que detrás de esta actitud se esconden perjuiciosde clase. Hacer lo que Estados Unidos hizo tras la segunda guerra mundial-usar bajas tasas de interés e inflación para reducir la carga de la deuda- es a menudo llamado "represión financiera", lo cual suena feo.¿Pero quién no preferiria una inflación modesta y un poco de erosión en los activos en lugar de un desempleo masivo?.

"A La gente seria le gusta probar su seriedad pidiendo la adopción de medidas duras y sacrificios"

Bueno, sabemos quién: el 0.1% que "solo" recibe el 4% de los salarios pero que representa más del 20%de la riqueza total del país. Una inflación modestamente más alta, digamos 4%, seria positiva para la mayoria de habitantes, pero sería negativa para la súper élite. Y adivinen quién define la sabiduria convencional.

Pero ya no creo que los intereses de clase sean todo poderosos. A veces, los buenos argumentos y las buenas políticas económicas prevalecen incluso asi afectan al 0.1%-de otra forma, nunca se hubiese implementado la reforma de la saludad -. Lo que hace falta es decir con claridad que en politicas monetaria, como en muchos otros asuntos, lo que es bueno para los oligarcas no es buena para Estados Unidos.

 

 

Publicado en: Diario Gestión (09 de Abril del 2014)