EL OCASO DE EUROPA

Autor: Dario Tropeano

Abogado. Docente de la Facultad de Economía de la UNC

 

 

Cuando el sol, al rotar la Tierra, atraviesa el horizonte, su altura es cero y deja de ser visible. Europa ha dejado hace muchos años la senda del crecimiento y se encamina metódicamente hacia la depresión, lo cual advertimos desde hace unos años en estas páginas ("¿Regreso de la Edad Media?", 12/10/11). La crisis económica, financiera y política que se abate en el mundo occidental desde hace más de seis años no muestra signos de retroceso; por el contrario, la intensificación de la especulación financiera y su embestida bélica es una demostración más de la misma.

El informe del FMI de octubre del 2014 nos indica el aumento del nivel de deuda PBI de los principales países de la Unión Europea, lo cual conlleva un débil crecimiento de su producto y la consecuente restricción de la demanda en sus economías. Esta perspectiva fue más pesimista aun en el discurso que la directora del FMI pronunció en la Universidad de Georgetown el 2 del corriente: "Hay nubarrones grises que se ciernes en la economía mundial" (sic) con previsiones negativas para el año entrante. Si éstas son las previsiones del FMI, ¡cuál será la realidad de Europa si consideramos un informe emitido hace pocas horas por un estudio externo contratado por el organismo, suscripto por Mike Gallaghan, que concluye sobre la falta de imparcialidad de sus reportes que tienden a beneficiar a con pronósticos optimistas a los países más desarrollados!

La OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) emitió en septiembre un reporte donde rebaja la perspectiva de crecimiento para la Eurozona en 2014-2015, con un riesgo cierto de deflación y aumento constante de la deuda pública. Francia evidencia menos de un 0,4% de crecimiento, Alemania un 1,5%, España un 0,6% e Italia un -2%. Los pronósticos indican que el PBI general de la Eurozona para el presente año no supera el 1%.
La OCDE ha manifestado que el salario real se ha reducido en toda la Eurozona y que preocupa la ecuación deflación caída del consumo, la cual se torna persistente.

En materia de deuda pública, salvo en Alemania -que la ha reducido levemente- en el resto de la zona del euro no deja de aumentar. España ha superado los 1,1 billones de euros e Italia los 2,2 billones, cifra apenas más alta que la de Francia. Se trata de deudas que generan a esos países entre 35 y 50.000 millones de euros de intereses por año, es decir, la mitad de la deuda exterior de la República Argentina sólo por pago de intereses anuales. La pregunta se impone: ¿alguien va a pagar esa deuda?


La medicina impuesta desde comienzos del 2008 ha sido el achicamiento estatal y de los beneficios sociales del otrora Estado de bienestar. Durante varios años hemos visto cómo las editoriales de los medios de comunicación globales insistían en la necesidad de ajustar gastos sociales que resultaban insostenibles. Asimismo, se impusieron en toda la Unión Europea reformas laborales y reducciones impositivas a los bancos y las grandes corporaciones. Y para las entidades financieras, la mayoría de ellas en estado técnico de liquidación, rescates con emisión monetaria con tasas de interés descendentes hasta alcanzar a la fecha el 0,2%. Los países endeudados solventaron los salvatajes de aquéllos, sacrificando PBI por la caída de actividad y otorgando préstamos que triplicaban los porcentuales de interés con que el Banco Central Europeo (BCE) presta a las entidades financieras.

El desempleo oficial orilla el 10,5% en la UE, aunque estimaciones privadas lo sitúan en un 14%. Sólo España orilla los 5,5 millones de parados (20,7%), según el Instituto Nacional de Estadísticas (INI), y en Italia, el 12,5% (Instat). Hasta la fecha las garantías suscriptas por los Estados y las inyecciones de capital a los bancos europeos alcanzaron los 1.250 billones de dólares. Las garantías estatales han derivado en una toma de riesgos aún mayor que la asumida antes de la crisis del 2007.

Y es que los bancos no colocan sus excedentes de capital en la economía real sino que han vuelto a apostar a "la economía de la globalización" a través de los instrumentos financieros derivados que infectan el mercado global. Los escándalos bancarios sucedidos desde el 2007 no han encontrado revocación de licencia alguna para operar en Estados Unidos ni en Europa, colocándolos nuevamente en una senda muy peligrosa de una nueva implosión financiera y monetaria. Esto ha sido advertido en el último informe del FMI (la banca en las sombras).

Mientras tanto, "la escenificación de la verdad" sigue su curso en materia política: el ministro de Economía de España decía hace unos días que la recuperación de su país era un hecho y en estas horas los medios especializados hablan de "la tercera recesión de Europa", mientras el diario económico "Financial Times" asegura que la situación de Italia es insostenible y se encamina al default.

Mientras tanto, se negocia sin participación pública un tratado de libre comercio transatlántico con Estados Unidos (TTIP), cuyas condiciones no han sido divulgadas y por el cual se prevé llevar los litigios entre gobiernos a un tribunal de arbitraje en lugar de tratarlos en estrados nacionales (¿Argentina y el Ciadi o los tribunales de Nueva York?). Asimismo, se prevé modificar toda la legislación europea de derechos de consumidor, normas ambientales y regulación financiera para los inversores. Se ha filtrado además un documento del 2013 por el cual la comisión encargada de la implementación del tratado invita a las empresas a presentar listas de deseos para que sean retiradas barreras regulatorias durante el tiempo de negociación de las condiciones del tratado.

Volviendo a la alegoría del mercader aludido más arriba, el sueño final en el que se sumergía continúa en el tiempo del atardecer europeo.


Publicado en: Diario el Diario Río Negro ( 10 de Octubre del 2014 )