“No hay riesgo de recesión, solo hemos rebajado las previsiones”

 

Autor: Luis Doncel

 

 

El discurso de Wolfgang Schäuble (1942, Friburgo) no se centra hoy en exigir a los socios europeos que reduzcan su déficit público según lo pactado con Bruselas ni en mantener firme el compromiso alemán por la austeridad pese al empeoramiento de la situación económica. El ministro de Finanzas de Alemania ha convocado a The Times, Les Échos, Corriere della Seray EL PAÍS porque quiere hablar sobre el acuerdo de intercambio automático de información para luchar contra la evasión fiscal que el próximo día 29 firmarán en Berlín medio centenar de países.

El hombre que lleva cinco años al frente de la caja fuerte en el Gobierno alemán se muestra orgulloso del “éxito reseñable” que supone este “cambio de paradigma” que entrará en vigor en 2017. “Necesitábamos ese intercambio automático de información. Así, el fraude fiscal merecerá cada vez menos la pena. Usaremos esta conferencia además para impulsar esta lucha y lograr un reparto justo del pago de impuestos en un sistema de mercado globalizado”, añade.

En una de las escasas preguntas al margen del tema, el que fuera primero mano derecha del canciller Helmut Kohl y ahora de Angela Merkel se deshace en elogios hacia España. “Es un ejemplo para todo el mundo. Prueba que, incluso en momentos difíciles, las reformas estructurales pueden aportar crecimiento sostenible a largo plazo. Estamos orgullosos de sus avances”, asegura. Y en un aguijón indirecto hacia otros países, añade: “No queremos cometer el error de pensar que la respuesta a la salida de la crisis pasa por lograr tipos de interés más bajos u otras medidas temporales. España no ha ido por este camino.

Y si hay problemas geopolíticos, ya sea en Ucrania o a consecuencia de la epidemia de ébola, que puedan poner en riesgo nuestro crecimiento, es todavía más importante continuar por este camino de recuperar competitividad”.

Pregunta. ¿Cuánto dinero hoy fuera del control del fisco podría recaudarse cuando el acuerdo esté en vigor?

Respuesta. Un ministro de Finanzas debe preocuparse de que los ciudadanos confíen en su seriedad. Y no es serio hacer especulaciones. Hay gente que habla de decenas de miles de millones, otros de centenares de miles de millones. Yo no lo sé. No hay cifras serias.

P. Pero con lo que se recaude, ¿ayudará a lograr su objetivo de no generar más deuda pública en Alemania?

R. Hacemos nuestra política fiscal sobre bases serias. Si la economía se mantiene como prevemos no va a haber peligro de que tengamos que renunciar a nuestro compromiso. Hemos reducido los pronósticos de crecimiento al 1,2% este año y el 1,3% el próximo, pero no están tan mal. Alemania no corre el riesgo de caer en la recesión. Solo hay riesgo si nos metemos en una discusión que pueda alimentar los peores augurios. No tenemos ninguna crisis, solo una reducción en los pronósticos de crecimiento.

P. En el G-20 celebrado en Londres hace cinco años el entonces presidente francés Nicolas Sarkozy proclamó el fin del secreto bancario. ¿Qué ha pasado desde entonces?

R. Precisamente estamos ante un enorme cambio producido en un periodo de tiempo relativamente corto. El secreto bancario no puede permanecer en los tiempos de los mercados financieros globalizados, porque si no cada vez más gente puede huir de sus obligaciones fiscales. Suiza, en donde el secreto bancario era una de las ideas básicas que cada ciudadano tenía en relación con el Estado, ya ha dicho que se ha acabado. Lo que entonces dijo el presidente Sarkozy se ha cumplido.

P. ¿Tienen un mensaje para el Gobierno británico sobre el patent box [un incentivo fiscal pensado para premiar la innovación y el registro de patentes]?

R. He acordado con [el ministro británico] George Osborne que esta figura, que también tienen Holanda y Luxemburgo, solo estará permitida en el futuro si está vinculada a trabajos de investigación propia.

P. ¿Ha funcionado la presión europea para que Irlanda renuncie a registrar empresas en su suelo que no paguen impuestos?

R. Nos congratulamos de la decisión del Gobierno irlandés, haya sido presionado o no.

P. ¿Cómo se puede obligar a Google, Apple Ikea a pagar impuestos?

R. Es una cuestión de justicia. No hay que hacerse ilusiones de que vayamos a solucionar todos los problemas de un día para otro. Pero estamos viendo movimientos que nos permiten tener esperanzas de poner fin a prácticas de abuso en el pago de impuestos. EE. UU. debe cooperar también para solucionar la situación.

P. ¿Ve posible una progresiva homogeneización de los impuestos en la UE para evitar la competencia fiscal?

R. Es una cuestión de cada Estado miembro. No es realista pensar que en el futuro cercano va a llegar esa homogeneización.

P. Sobre el debate en torno a la permanencia de Reino Unido en la UE, ¿puede Alemania apoyar sus planteamientos sobre restricciones a la movilidad de trabajadores en ciertos casos?

R. El principio de libertad de movimientos de personas y bienes está ligado a la idea de la UE y no puede ser restringido. Los problemas que todos tenemos en Europa están relacionados con los acontecimientos en otras zonas del mundo. Sería impensable volver a levantar barreras.

P. Francia no va a cumplir los objetivos de déficit pactados con Bruselas. ¿Qué límite no está dispuesta Alemania a traspasar en su relación con París?

R. Esa pregunta no se hace (Risas) En Europa, el éxito de uno no es el fracaso del vecino, sino al revés: los problemas de uno también son de los otros. Este es el principio de la UE. Y esto hay que aclararlo a la opinión pública. Haremos todo lo necesario en el común interés de todos.

 

Publicado por Diario El País (26 de Octubre del 2014)