¿Es la morosidad un buen indicador del riesgo del crédito en el sistema financiero?

Autor: Jorge Olcese Fernández

SOBREENDEUDAMIENTO YA ES UNA REALIDAD. Aumentan clientes con créditos de consumo vencidos y refinanciados

 

 

Normalmente, el indicador típico de morosidad es una ratio contable de carácter general que se extrae del Balance General de las entidades financieras sobre la base de la cartera atrasada y en cobranza judicial, según el saldo total a una fecha determinada. Este ratio comprende a muchos comportamientos de pago que son diferentes en función del tipo de crédito, del cliente y de la situación de pago de los mismos.

Un enfoque más efectivo y preciso para obtener un eficaz análisis del riesgo crediticio se puede sustentar teniendo en cuenta los saldos de los créditos vencidos (es ideal distinguirlos por diferentes rangos de días) más los saldos de los créditos financieros, ya que estos son los recursos que, además de no generar ingresos directos, exigen la constitución de provisiones, lo que reduce las fuentes de ingresos e incrementa los costos de la cartera de créditos a una entidad financiera.

Las bases de datos bien gestionadas y analizadas constituyen una fuente importante para llegar a los detalles más precisos de los créditos con problemas de recuperación para la entidad, permitiendo apreciar lasdificultades de los clientes para cumplir con sus compromisos de pago. Con este análisis, de lograría sincerar los niveles de riesgo de los préstamos en sus diferentes modalidades y escenarios económicos.

Nos encontramos, por tanto, en el ámbito de la moderna gestión de la información, que tiene por objetivo minimizar el riesgo de crédito y alertar sobre la calidad de las carteras.

Créditos de consumo:

Solo para tomar en cuenta a la banca múltiple y los créditos directos, en el tipo de créditos de consumo los saldos de los créditos vencidos y refinanciados (cartera negativa) para consumo revolvente (básicamente tarjetas de crédito) representan el 5.7% del total de este tipo de préstamos, y para no revolvente, el 4.4%, a octubre del 2014.

Asimismo, los peores clientes en este tipo de préstamos, es decir, los que hacen estos índices tan elevados, están concentrados en pocos bancos (cuatro, y los más grandes) especializados en créditos de consumo, que, en revolvente, tienen niveles que van desde 10.52% de saldos en estas situaciones hasta 5.23%. Lo resaltante es que estos niveles (del ejemplo mencionado) se han incrementado en dos de ellos y se han reducido ligeramente en los demás, entre octubre del 2013 y 2014.

En consecuencia, los saldos de los créditos de consumo en situaciones de vencidos y refinanciados, en especial los revolventes, son bastante más elevados que el simple ratio de morosidad general, y constituyen el real indicador del riesgo crediticio, cuyo resultado es importante a nivel de gestión de las instituciones financieras, no solo por sí mismo, sino por su alto contenido preventivo para la toma de decisiones oportunas.

Desde este punto de vista, se puede observar que los porcentajes de la cartera negativa (entendido así ya que no genera ingresos indirectos y genera provisiones) se han incrementado de modo significativo en todos los tipos de crédtiso, salvo en consumo no revolvente, y con una menor subida en microempresas, en el último año.

Es necesario destacar que los saldos no revolventes en situación de vigentes gan crecido más que los revolventes en la misma situación entre ambas fechas, y representan ahora el 58.8% del total de créditos de consumo (51.7% un año antes).

En conclusión, estos ratios de carteras negativas en consumo son muy superiores al ratio más común de morosidad, que en octubre del 2014 era del 2.7% (consumo revolvente y no revolvente, sin inclur tarjetas de crédito) para toda la banca múltiple (fue 3.34% para todo el sistema financiero), que se mide solo por la cartera atrasada y que normalmente se denomina riesgo de crédito.

Es evidente, también, que los tipos de crédito de medianas y pequeñas empresas tienen elevados niveles de carteras negativas y son los clientes que más han incrementado estos niveles de incumplimiento en el periodo de análisis. En concreto, la morosidad de los créditos se debe medir por la real situación de pagos de los mismo, analizando los saldos que efectivamente así lo identifican y con mucho detalle al interior de cada tipo de crédito, ya que el nivel de riesgo crediticios es muy diferente en función del tipo de cliente y de su situación económica o capacidad de pago de sus créditos.

Lo más destacable de estos comportamientos es que el número de clientes con créditos vencidos y refinanciados en cada tipo de crédito ha aumentado al mismo ritmo que los saldos en carteras negativas.

Los mayores aumentos en el número de clientes con estos problemas de pago se han dado en los créditos de medianas empresas y de consumo, donde los niveles de riesgo de las carteras también han sido los más elevados y registran los mayores incrementos. Es necesario prestar atención a créditos hipotecarios, pues a la vez de haberse incrementado el númeor de clientes, los niveles de carteras en problemas también han crecido.

Las pequeñas empresas son las que más problemas han enfrentado para cumplir con sus obligaciones crediticias.

Lo anterior, además de demostrar que las entidades están trabajando con los mismos clientes no es muy dinámico o se ha reducido entre las fechas de análisis, también demuestra que el sobreendeudamiento ya es una realidad, pues los créditos con problemas de pagos se están incremetando cada año más, mientras que la capacidad de pago, medida por los ingresos de los clientes, se está reduciendo, explicado además por la desaceleración que sufre la economía desde hace un año.


Publicado por Diario Gestión (04 de Febrero del 2015)