"El modelo asiático en el desarrollo nacional"

 

Autor: Óscar Vizcarra Hidrogo

 

 

La mejora constante es lo que explica el desarrollo obtenido por los más importantes países del Asia–Pacífico como China, Corea del Sur, Malasia, Singapur, Taiwán, quienes aplicaron un nuevo modelo de desarrollo conocido como “el modelo asiático”, en el cual la trilogía tecnología, productividad y competitividad ha sido la piedra angular para el éxito y crecimiento.
La diferencia abismal con los modelos occidentales radica en la aplicación y la combinación de factores como variables muy distintas.

Por ejemplo, los países del Este asiático encarnan una región exitosa en el plano económico con una prudencia en materia presupuestal y la reducción de las desigualdades sociales con el incremento de su PBI por habitante, que es el más elevado en comparación a otras economías.

Los países asiáticos tienen tres valores primordiales para el crecimiento sostenido y de masificación: tecnología, productividad y competitividad, como ejemplo para la imprescindible descentralización económica de los sectores productivos que hoy en día necesita como modelo nuestro país, en la promoción de nuevos mercados de exportación y en el incremento de divisas que mejoren la paridad cambiaria.

En el tema de la tecnología, la imaginación asiática ha conseguido la aplicación innovadora tanto del conocimiento como de la maquinaria modernizada, que les ha permitido ser cada vez más productivos, logrando mejores costos de producción y hacerse más competitivos en todas las facetas conocidas: mano de obra calificada, conocimiento del mercado y capacidad de gerencia.

Respecto de la productividad, los ‘tigres asiáticos’ aplicaron en sus procesos productivos de crecimiento tecnológico un menor tiempo y costo, optimizando sus recursos para lograr la calidad requerida. Y en torno a la competitividad, las actividades productivas de las organizaciones empresariales del Asia–Pacífico son tan dinámicas que enfrentaron cambios de manera coherente, compitiendo primero entre sí, para masificar posteriormente su mercado tanto en calidad y precio y para mantenerse en él y luego posesionarse en el gran mercado globalizado.

La aplicación de los tres elementos de la trilogía de crecimiento sugiere una serie de lecciones para nuestro país: qué es lo que deseamos lograr en el futuro, para cortar distancias justo en el momento que nos encontramos en pleno crecimiento y desarrollo como lo hicieron en sus acertadas decisiones estos lejanos países que confiaron siempre en el potencial de su talento humano.

Por tanto, es de vital importancia imitar a los países del Este asiático contando con mayor participación institucional, buscando como objetivo el progreso y desarrollo de la capacidad tecnológica nacional y de una mejora constante de la productividad y competitividad.

 

Publicado en: Diario El Peruano ( 17 de Junio del 2015 )