"Otro rumbo para los parques industriales"

 

Autor: Julio Escalante

 

 

 

Crecieron tan desordenadamente como la ciudad. Carecen de estándares internacionales y de una planificación que los articule. Contaminan y no son espacios eficientes. Así crecieron en Lima y provincias algunas zonas industriales. Con esta realidad sobre la mesa, el Ejecutivo decidió aprobar recientemente la creación del Sistema Nacional de Parques Industriales, con la idea de que existan el entorno y las condiciones para el desarrollo de una industria diferente, y que esta estrategia se despliegue en todos los niveles de gobierno.

El viceministro de MYPE e Industria, Carlos Carrillo Mora, explica que el concepto de este sistema es que la política industrial no actúe aisladamente, sino que se integre a la política de otros sectores, como transportes o comercio exterior. "Del mismo modo, en la lógica de esta integración moderna, el desarrollo industrial tiene que ser coordinado con el desarrollo de la ciudad. No habrá parques en zonas por donde no pase ninguna carretera", añade.

Se buscará que estos parques, que serán cerrados solo para la convivencia de empresas, estén adaptados a las exigencias de una producción responsable con el medio ambiente, en la que de manera conjunta se utilicen recursos y se eliminen los desechos. Se trata de un modelo que se extiende, sobre todo, en Estados Unidos y Europa.

El especialista español Miquel Barcelo, que ha sido consultor en este proceso, afirma que el éxito del sistema dependerá en primer lugar de la capacidad del Gobierno para implementar las políticas públicas necesarias y alinear en ellas a los gobiernos locales y regionales, y de que el Ministerio de la Producción tenga el liderazgo para coordinar con otros ministerios y organismos públicos. "En segundo lugar, dependerá de la calidad de los proyectos que se vayan desarrollando en las regiones, tanto desde el punto de vista técnico como de su adecuación a las características económicas, estructurales y culturales de cada zona", apunta.

EN EL EXTERIOR

Las experiencias internacionales de parques industriales han servido en el diseño del sistema peruano tanto para captar lo mejor en su organización como para saber qué errores no cometer.

Por ejemplo, los polígonos industriales de España crecieron de tal manera que cada localidad quería tener el suyo con el fin de atraer empresas. Pero cuando llegó la crisis económica y explotó la burbuja inmobiliaria, se notó que muchos habían comenzado sin planificación estratégica y sin una gestión central, solo por el ánimo de las municipalidades de vender terrenos industriales.

Por eso el sistema peruano contempla que no todas las regiones del país tendrán un parque. "Vamos a tener un panorama claro del potencial real de cada región, para dimensionar el grado de intervención. La creación de un parque tendrá que relacionarse con una demanda real", dice el asesor José García Calderón.

Miquel Barcelo describe como otros casos interesantes a las zonas empresariales del Reino Unido por su sistema de incentivos y la práctica de medición de resultados, y a los polos de competitividad de Francia, que destacan por su enfoque de cluster y su especialización.

En Dinamarca, el parque industrial ecológico de Kalundborg aplica un modelo de residuo cero: los desechos de una fábrica se convierten en material que otra utiliza. Por ejemplo, el vapor de una central de energía se acumula y luego pasa a una empresa farmacéutica. Además de una producción más limpia, las empresas ahorran en el gasto de recursos. Esta es una práctica que también se ha trasladado a Alemania y llega a la inmensa e informal India.

Sin embargo, Barcelo señala que no conviene repetir a ojos cerrados modelos del exterior en el país, pues las condiciones aquí son distintas a las que originaron estos modelos extranjeros y más bien conviene desarrollar uno propio, aunque sin dejar de tomar en consideración algunos referentes.

En la región, ciudades como Medellín y Santiago de Chile, más cercanas al desarrollo de nuevas tecnologías, están cambiando el concepto de parques industriales por el de ciudades inteligentes. Es decir, el diseño de la urbe está en función de una estrategia que conecta a la población y a las empresas con los avances de Internet. Es el mismo modelo de 22@Barcelona, un proyecto de renovación urbana que concentra actividades intensivas en conocimiento con la participación de empresas, universidades y centros de investigación.

Un tema por tratar en el caso peruano será si los parques deben adaptarse a lo mejor que produce una ciudad o a partir de ellos tratar de introducir nuevas actividades y capacidades en su entorno. Barcelo dice que un parque industrial es un instrumento de promoción de la economía de una región o ciudad y, por lo tanto, debe contribuir a potenciar los sectores que ya existen, pero también debe ser un espacio físico con las condiciones para atraer y promover nuevas actividades que sumen un valor diferente al conjunto.

LOS PLANES LOCALES

En estos momentos, se diseña el plan maestro para el primer parque del sistema nacional, que estará en Ancón y tendrá 1.338 hectáreas. El plan determinará cuál será el perfil de las empresas que participen de esta zona productiva. Además, con Pro Inversión se avanzará en el proceso de adjudicación del parque para desarrollarlo con inversión privada. Se necesitará una empresa habilitadora y operadora que gestione el parque como un condominio de empresas, que garantice los servicios que se van a dar, de tal manera que para las empresas sea más atractivo estar dentro del parque que estar fuera. Se espera que esto quede encaminado en el primer semestre del 2016. A partir de allí, habrá diversos plazos para que este lugar vaya tomando forma de acuerdo a la dinámica misma de la producción.

A la par de este plan para Lima norte, se trabaja en un parque para Trujillo que estará enfocado especialmente en la industria de cueros. Se continuará con las zonas económicas especiales de Paita, Ilo y Tacna, en las cuales se apuntará a la instalación de industrias, siguiendo una planificación operativa y comercial.

Las empresas que se ubiquen en los nuevos parques -dice el viceministro Carrillo- tendrán prioridad para postular a los fondos concursables de Innóvate Perú, recibirán asistencia técnica y contarán con beneficios para acceder a los servicios del Instituto Nacional de la Calidad (Inacal).

El sistema nacional acogerá también a los parques industriales tecnoecológicos. La ley que promueve su creación, y que fue recién reglamentada este año, ha sido el primer paso para descentralizar estos espacios y otorgarles responsabilidad y participación a los gobiernos locales. Sobre estos espacios, el congresista Ángel Neyra ha dicho que eliminarán los sobrecostos de operación que existen hoy por la dispersión de las industrias y que se fomentará la investigación de acuerdo a la demanda del mercado. Con un enfoque de cluster, la idea es que en estos parques convivan tanto grandes como pequeñas empresas.


Publicado por Diario Gestión ( 20 de Setiembre del 2015)