BANCO CENTRAL EUROPEO ENFRENTA ENCRUCIJADA SOBRE FUTURO DE TASA DE INTERÉS

 

 

 

El Banco Central Europeo se encuentra en medio de una encrucijada, ya que la turbulencia de los mercados financieros y la solidez del euro afectan el crecimiento económico de la zona euro, justo en momentos en que los precios del petróleo y los alimentos impulsan la inflación.

Ahora los economistas ven las tasas de interés estables en 4,0 por ciento no sólo durante esta semana, sino que hasta finales del próximo año, mientras que el BCE considera cuánto están afectando el crecimiento las ajustadas condiciones crediticias y el alza del euro.

 

Al mismo tiempo, la inflación ha comenzado a superar los niveles positivos por debajo del 2 por ciento, y precios máximos del petróleo cercanos a los 80 dólares por barril junto con los crecientes costos de los alimentos crearán mayores tensiones en los próximos meses.

 

"Esto deja al BCE atrapado entre la espada y la pared," señaló el economista de Unicredit Marco Annunziata, quien ha abandonado sus proyecciones de que las tasas subirán a 4,5 por ciento, pero sigue considerando un alza a 4,25 por ciento durante el segundo trimestre del 2008.

 

Muchos economistas consultados por Reuters vieron pocas posibilidades de que el BCE siga los pasos de la Reserva Federal de Estados Unidos y recorte las tasas.

 

Sin embargo, algunos dijeron que las posibilidades aumentarían si el euro, que ya ha alcanzado máximos históricos contra el dólar y frente a una canasta de divisas mundiales, subía de nuevo notablemente o el crecimiento se veía afectado.

 

Los miembros del BCE encargados de establecer la política monetaria se reunirán el jueves en Viena en uno de sus dos encuentros al año fuera de Francfort, y de los 66 economistas consultados esperan unánimemente que opten por no variar las tasas cuando anuncien su decisión, a las 07.45 hora local (1145 GMT).

 

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, resumirá el pensamiento del Consejo de Gobierno del banco en una conferencia de prensa 45 minutos después de finalizado el encuentro. Allí, los economistas esperan que se refiera a los crecientes riesgos para el crecimiento de la región.

 

Esto casi eliminaría los riesgos de los precios, ubicando al BCE más cerca de una postura neutra en la que esperarán ver cómo se desarrollan los acontecimientos y lejana a la tendencia de ajuste expresada durante la pasada reunión del consejo.

 

"Aún habrá un lenguaje agresivo, pero no anunciará un alza en las tasas," sostuvo el economista del Deutsche Bank Mark Wall.

 

Antes de que explotara la crisis hipotecaria en Estados Unidos se esperaba que el BCE subiera las tasas a 4,25 por ciento en septiembre y a 4,5 por ciento antes de que finalizara el 2007.

 

La fuerte apreciación del euro junto con los principales indicadores económicos, que muestran que la crisis afectaría la economía real y no sólo las ganancias de los bancos son temas que preocupan al BCE.

 

El índice de gerentes de compras mostró que el crecimiento del sector privado de la zona euro cayó a un mínimo en dos años en septiembre, y la confianza empresarial se encuentra en un mínimo en más de 1 año y medio en Alemania, la principal economía de la región.

 

Por su parte, la inflación en septiembre se ubicó por sobre el objetivo del BCE de 2 por ciento por primera vez en 12 meses, y se espera que siga aumentando.

 

La última vez que el BCE recortó las tasas fue en junio del 2003, cuando la economía de la zona euro se expandió menos de un 1 por ciento.

 

 

FUENTE: Reuters