CASA FABRICANTE DE PIANOS
DE CHOPIN PUGNA POR SOBREVIVIR
Vincent Raymond coloca teclado de madera delicadamente en la parte
delantera de un reluciente piano de cola negro Pleyel.
Golpea un resorte aquí y un macillo forrado de fieltro allá con el cuidado que
hizo de la marca francesa la favorita de Federico Chopin.
En la nueva fabrica de Pianos Pleyel en Saint Denis, cerca de
París, Raymond, de 25 años, se halla en el frente de
la batalla de la empresa de 200 años por sobrevivir.
La compañía, fundada en Paris por el
compositor austriaco Ignaz Pleyel,
sobrellevó dos guerras mundiales, el surgimiento de la música electrónica y la
asunción de los pianos japoneses. Para contener una ola de pérdidas que lleva
treinta años y afrontar la amenaza más reciente —la competencia procedente de
China— el último fabricante de pianos de Francia está reduciendo la producción
a 30 de los instrumentos más caros desde 600.
Está eliminando los pianos
verticales de su repertorio.
“No puedo combatir contra los chinos”,
dijo el presidente de Pleyel, Amaud
Marion. “No tengo más remedio que centrarme en la
calidad, pasar a ser el Hermes de la producción de pianos”, añadió, refiriéndose
al fabricante francés de bufandas y bolsos de lujo.
Pleyel está contando
con que un nuevo piano de cola de
Pleyel abrió la
semana pasada un salón de exhibiciones de
“David
contra Golliat”
Revivir Pleyel
no será fácil. La compañía se ve desplazada por
“La realidad es dura”, dijo Duchable. “Hace decenas de años que Pleyel
no ha estado en
China es ahora el mayor fabricante
de pianos del mundo por volumen. El país construyó 375,000 pianos el año
pasado, según
Los consumidores franceses pueden
comprar un piano chino marca Peral River por 1,500
euros. A Pleyel le cuesta 2,500 euros sólo comprar la
materia prima para construir un instrumento semejante.
FUENTE: Bloomberg