CAJAMARCA
El departamento
del Cajamarca se encuentra ubicado al norte del territorio peruano, en la cadena
occidental de los Andes y abarca zonas de sierra y selva.
Limita con el norte con Ecuador, por el sur con La Libertad, por el este con
Amazonas y por el oeste con Piura y Lambayeque.
Tiene 13 provincias y 126 distritos.
Tiene una superficie de 35,417 kilómetros cuadrados.
Su población sobre pasa el millón de habitantes.
La ciudad de Cajamarca, capital del departamento del mismo nombre, se encuentra
a una altitud de 2,750 metros sobre el nivel del mar.
Al Este presenta un amplio valle, por donde fluyen los ríos Mashcón y Chonta,
que al unirse en la altura del caserío Huayrapongo forman el río Cajamarca.
Su clima es templado, seco y soleado. Durante el día mantiene una temperatura
promedio de 14º centígrados, una temperatura máxima de 21º centígrados y 6º
centígrados de temperatura mínima.
Las actividades económicas que más destacan en el departamento de Cajamarca son
la ganadería y la agricultura y la minería en estos últimos tiempos.
Otras ciudades importantes son Celendín, Jaén, Chota, Cajabamba, Contumazá y
Cutervo.
El origen de la ciudad de Cajamarca
se inicia aproximadamente hace 3 mil años atrás con los primeros grupos humanos
Huacaloma, Layzón, Cumbe Mayo y Otuzco.
Alcanzó su mayor desarrollo entre los años 500 y mil de nuestra era como centro
poblado de la cultura Casamarca.
En e l año de 1450, durante el gobierno del Inca Pachacutec, su hermano Capac
Yupanqui conquista la región anexándola al Tahuantisuyo.
En 1532 la ciudad de Cajamarca fue escenario de uno de los acontecimientos más
trascendentes de la Historia Universal.
La captura del Inca Atahualpa por un grupo de españoles al mando de Francisco
Pizarro produciéndose el encuentro de dos mundos, el origen del mestizaje y una
nueva época en la historia del Perú.
En el lugar donde hoy se levanta la plaza de armas de Cajamarca, en el año de
1532 el marqués Francisco Pizarro capturó al Inca Atahualpa, que había rehusado
someterse a la Corona española y a la fe cristiana.
A cambio de su liberación, el Inca ofreció llenar un recinto con oro, y dos
veces con plata. Se dice que el volumen del rescate fue tal, que la fundición de
los metales duró más de treinta días. A pesar de ello, nueve meses después de su
captura los conquistadores condenaron al Inca a la pena del garrote.
A partir de entonces, los españoles se asentaron en la ciudad y adaptaron su
trazado incaico al diseño en cuadrícula o en [damero]. De la ciudad incaica de
Cajamarca quedan pocos vestigios.
La ciudad de Cajamarca se constituye como capital del departamento del mismo
nombre por Decreto Supremo dado por el Mariscal Ramón Castilla el 11 de febrero
de 1855.
El 14 de setiembre de 1986, la Organización de Estados Americanos la declara
como Patrimonio Histórico y Cultural de Las Américas.
El departamento de Cajamarca se caracteriza por suaves pendientes y una altura
relativamente baja en comparación con el resto de los Andes peruanos. El
territorio está formado por numerosos valles y quebradas.
La ciudad de Cajamarca reúne tres ingredientes que la convierten en un destino
inolvidable: una magnífica arquitectura colonial, hermosos paisajes y una rica
historia, pues fue escenario de un episodio trascendental para la historia del
continente. Aquí, el conquistador Francisco Pizarro capturó al Inca Atahualpa,
quien, a pesar de cumplir con el rescate pactado, fue asesinado. A partir de
entonces los conquistadores trazaron la ciudad a la usanza española y hoy se
conservan construcciones coloniales como la Catedral, las iglesias de San
Francisco, Belén y la Recoleta, así como casonas y monumentos.
Pueden realizarse numerosas excursiones: a los Baños del Inca, aguas
termomedicinales donde el Inca solía acudir luego de largos viajes; las
Ventanillas de Otuzco, necrópolis tallada en una pared de roca volcánica;
Cumbemayo, muestra de ingeniería hidráulica preínca aún en funcionamiento,
ubicado en un impresionante escenario natural; la antigua hacienda La Colpa,
donde las vacas acuden para ser ordeñadas al ser llamadas por su nombre; Kuntur
Wasi, centro ceremonial que data del año 1100 a C. y en cuyo museo de sitio es
posible ver numerosos objetos hechos con el oro trabajado más antiguo de
América, y la Granja Porcón, cooperativa agrícola y ganadera rodeada de un
gigantesco bosque de pinos, ideal para pasar un día de campo, visitar su pequeño
zoológico con vicuñas, venados, tigrillos, monos y águilas, comprar sus
productos lácteos o simplemente, disfrutar del paisaje.