DESPUES DE LA CRISIS, ¿QUÉ?

 

 

Por Cesar Peñaranda C.

 

La crisis financiera y económica internacional ha afectado a todos los países y el Perú no podía ser la excepción. Luego de un crecimiento anual del PBI de 9.4% el bienio 2007-2008, llegando el 2008 a casi 10%, tendremos para el bienio 2009-2010 un crecimiento anual del PBI del orden de 3%, con un estimado para el 2009 de alrededor de 1.6%; es decir, una sustancial caída de 6.4 y 8.0puntos porcentuales, respectivamente.

 

Esto es delicado para el país, pues el actual ritmo de crecimiento es insuficiente para enfrentar los retos sociales que tenemos, alta pobreza e inequidad y elevados niveles de subempleo.

 

Cuando Estados unidos crece a 2 o 3% se toma como aceptable para una economía cuyo PBI se mide en trillones; cuando este país crece a un ritmo de 4 o 5% los analistas empiezan a preocuparse pues su economía podría estar “calentándose”, es decir, cercano a un crecimiento que puede generar problemas de inflación y por tanto recomiendan atenuar el crecimiento.

 

Para el Perú un crecimiento de 4 o 5% es lo mínimo a lo que debemos aspirar, pues a tasas menores no podemos ofrecer oportunidades de trabajo a los casi 1,000 trabajadores que diariamente se incorporan al mercado de trabajo, pero, como también tenemos a un importante grupo de trabajadores desocupados o subempleados, es imperativo crecer a tasas por encima de 7 u 8%. Solo así habrá posibilidad de reducir de manera sostenida la pobreza, pues esta es finalmente un problema de ingresos familiares nulos o insuficientes, lo que se corrige con empleo adecuado que genera precisamente el crecimiento económico.

 

En julio del 2008, dos meses antes que estallará la crisis mundial, publiqué el libro Agenda económica para el cambio, crecer con menos pobreza e inequidad, en el que, a la luz del importante crecimiento del PBI los años 2006 y 2007 así como las buenas perspectivas para el 2008, preguntaba en la introducción: ¿qué sucederá (en el país) en un escenario de menor crecimiento de la economía mundial o de reducción significativa de los precios de las materias primas?

 

Pues bien, la respuesta que daba era que la caída del crecimiento seria marcada, con todos los efectos negativos que esto conlleva, como efectivamente se ha producido. Adicionaba que ello seria por una razón muy simple: no se está ejecutando un ritmo alto de crecimiento y menos con reducción significativa de la pobreza e inequidad.

 

 

Hoy a la luz de los efectos que está teniendo la crisis, de los conflictos sociales y frente a la preocupación de cómo prepararnos para retomar de manera sostenida un ritmo alto de crecimiento tan pronto esta se atenúe, cobra mayor relevancia disponer de una agenda económica que lo permita, que es precisamente lo que desarrollamos en el libro en referencia.

 

En primer lugar hay un prerrequisito que es mantener la estabilidad macroeconómica, entendida como baja inflación y adecuado balance externo, que implica apropiada política monetaria y fiscal.

 

La agenda en sí tiene cuatro temas centrales: i) consolidar la economía de mercado, dando énfasis a la eliminación de barreras burocráticas, la estabilidad jurídica, los títulos de propiedad e información adecuada y universal; ii) diseñar y ejecutar las reformas estructurales pendientes, en particular la del estado, la laboral y la orientada al capital humano, es decir, educación y salud, iii) reducir la brecha en infraestructura e incorporar adecuado mantenimiento; y iv) impulsar la descentralización productiva.

 

La aplicación integral de esta agenda conduce a incrementar la productividad total de los factores de productividad total de los factores de producción y con ella la competitividad y la inversión. Permite ingresar a un círculo virtuoso de crecimiento alto y sostenido sin exclusión. Sin duda, el incremento de la productividad será un tema que también  se abordará en la V Cumbre Internacional de Comercio Exterior “La pos Crisis: Rediseñando su Estrategia de Negocio”, que se desarrollará el próximo mes y reunirá a destacados economistas de nivel internacional, como Jagdish Bhagwati y Peter Navarro.

 

 

Fuente: Diario Gestión (08/09/09)