EL ENFRIAMIENTO DE CHINA MODERNA LOS PRECIOS DE LAS MATERIAS PRIMAS

 

 

Por Andrew Batson

 

Una desaceleración en el frenético crecimiento económico de China, aunque por ahora moderada, está repercutiendo en los mercados globales debido al crucial rol del país como comprador de metales, minerales y otras materias primas.

Desde que el gobierno empezó a frenar la expansión de su mercado inmobiliario, a mediados de abril, los precios globales del aluminio han caído 18%; los del cobre 13%; los del plomo 19% y los del níquel, 27%, si bien sus cotizaciones se han estabilizado en las últimas semanas. Los precios del acero en China han descendido 15% durante este período. Los analistas prevén que podrían producirse nuevos declives, a medida que el gigantesco sector de la construcción de China pierde fuerza.

El auge de la construcción en este país ha jugado un papel crucial en la demanda global de bienes básicos, lo que ha beneficiado enormemente a países exportadores de recursos naturales como Australia, Canadá y gran parte de América Latina y África. El gobierno chino reiteró el mes pasado su compromiso con las políticas dirigidas a contener el alza en los precios de las viviendas y la especulación inmobiliaria, que en los últimos meses se ha convertido en una creciente fuente de descontento de la clase media. Los analistas proyectan un deterioro en las condiciones del mercado inmobiliario chino.

Datos divulgados el 15 de julio mostraron que el crecimiento de China se moderó a 10,3% en el segundo trimestre, tras haber alcanzado 11,9% en el primero.

.Ben Simpfendorfer, economista de Royal Bank of Scotland, subraya que el consumo de materias primas de China probablemente caiga de forma más pronunciada que el crecimiento económico. "La industria pesada y los commodities son los más afectados, ya que se beneficiaron más del auge previo impulsado por la inversión", afirma. "Los mercados financieros tal vez no estén reconociendo los riesgos de un declive abrupto. Aún no están acostumbrados a las enormes fluctuaciones de China".

China representó 66% de las importaciones mundiales de mineral de hierro y cerca de 40% del consumo global de aluminio, cobre y zinc en 2009, según datos de la Oficina de Economía Agrícola y de Recursos de Australia, una entidad de investigación ligada al gobierno. Esta semana, la Agencia Internacional de Energía resaltó aún más el lugar que ocupa China en el mercado de recursos naturales, al informar que el país sobrepasó a Estados Unidos como el mayor consumidor de energía del mundo, algo que Beijing luego disputó.

China, en cambio, representó sólo alrededor de 3% de las importaciones mundiales de bienes de consumo, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, por lo que el enfriamiento de su economía no se notará tanto en los países que fabrican tales productos. La mayoría de los indicadores, en todo caso, sugiere que la economía se ha enfriado sólo de forma moderada.

"El crecimiento económico de China ha hecho un aporte significativo a la recuperación económica mundial", aseveró el vocero de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, Sheng Laiyun, quien destacó el crecimiento de 53% en las importaciones totales del país en el primer semestre.

Los envíos de materias primas cuentan una historia diferente: las compras de mineral de hierro de China en junio cayeron 15% y las de cobre 31% frente al mismo mes del año pasado en términos de volumen. Las importaciones de carbón, sin bien aún altas, alcanzaron en mayo su nivel más bajo en un año. La industria pesada parece estar reduciendo la velocidad, en tanto que la producción de acero crudo de China registró su menor crecimiento en un año en junio.

La creciente demanda de las economías desarrolladas aún podría sostener los precios globales de los commodities, aunque existen preocupaciones sobre la fortaleza de la recuperación tanto en EE.UU. como en Europa.

En un informe divulgado en abril, el Banco de Canadá proyectó que los precios de las materias primas subirían cerca de 30% durante los próximos tres años. Aunque el organismo pronosticó que el crecimiento de China disminuiría a 9% en 2011 y 2012, a medida que disminuyan los efectos del estímulo, espera que otras grandes economías globales para entonces tengan un crecimiento más sólido y contrarresten el bajón en los mercados de commodities.

Numerosas empresas mantienen el optimismo, ya que estiman que incluso un menor crecimiento de China representa muchas ventas.

"Las personas que son negativas respecto a China están diciendo 'espero [un crecimiento de] 8,5%'. Me parece que 8,5% es una cifra bastante sólida", recalcó Klaus Kleinfeld, presidente ejecutivo de la productora estadounidense de aluminio Alcoa, en una teleconferencia con inversionistas este mes. "Sigo siendo optimista sobre China y creo que está manejando muy bien el sobrecalentamiento en algunos mercados".
 

 

Fuente: Diario Gestión (23/07/10)