JAPÓN, ESE MILAGRO ECONÓMICO QUE DURÓ 40 AÑOS
Por
Patricia Souza
Cuarenta años de reinado como segunda potencia mundial han concluido para Japón,
un milagro económico que cae abatido por el peso de su deuda pública, una
endémica deflación y el rápido envejecimiento de sus habitantes.
El Producto Interior Bruto (PIB) de la emergente China supuso en 2010 algo más
de seis billones de dólares, un valor en términos nominales que ni por asomo
alcanzará Japón pues se calcula en menos de 5,5 billones.
Aunque habrá que esperar a que el 14 de febrero divulgue el dato de crecimiento
nipón en el último trimestre del año, el Gobierno de Japón dio hoy por
descontado que la vecina China le ha superado ya como segunda economía mundial.
El momento de la reestructuración
Y, a la manera japonesa, el ministro de Política Económica, Kaoru Yosano, pidió
aprovecharlo como una oportunidad para reestructurar la economía en búsqueda de
una mayor innovación, al tiempo que consideró beneficioso para Japón el fuerte
crecimiento chino.
Hace cinco años el valor nominal de la economía de China era la mitad del de
Japón, que, con Pekín como primer aliado comercial, se aprovecha de ese
creciente apetito por el consumo, mientras lucha contra una deuda pública
cercana a duplicar su PIB y la deflación.
Con el 23 % de sus 127 millones de habitantes ya mayores de 65 años, la derrota
del aletargado Japón frente a su imparable vecino chino, con una población de
1.300 millones, era desde hace tiempo una muerte anunciada. Lo extraño es que no
ocurriera antes.
La economía nipona lleva desde finales de los 90 en crisis, atenazada por la
constante caída de los precios, un lento ritmo de crecimiento, el escaso consumo
privado y su fuerte dependencia de unas materias primas que no posee.
Ese cóctel negativo, que hundiría a cualquier otra nación, la atenúa en parte
Japón por el mayor nivel de ahorro del mundo, sus constantes avances en
innovación tecnológica, sus elevadas reservas en divisas y un potente músculo
exportador.
Dos décadas después de una guerra que lo devastó, Japón se coronó en 1968
segunda potencia mundial aupado por la fortaleza de su industria pesada y la
inversión en tecnología.
El principio de la caída
El país asiático alcanzó su cenit en los 80, cuando su pujanza era tal que se
hablaba de la posibilidad de que pudiese superar a Estados Unidos como primera
economía mundial.
Sin embargo, hacia finales de esa década el exceso de capital acabó provocando
el estallido de una burbuja financiera de la que nunca se ha recuperado del todo
y que hoy mantiene unos tipos de interés a cero para estimular una demanda que
no aumenta.
En esa época tiene su origen la monumental deuda pública japonesa, la mayor del
mundo desarrollado, que es uno de sus grandes males junto a la deflación y la
actual fortaleza del yen que encarece sus exportaciones, de las que Japón es muy
dependiente.
Un elevado nivel de vida
Hoy, al dar por hecho su pérdida de peso económico frente a China, los analistas
nipones resaltaban no obstante el elevado nivel de vida y el envidiable nivel de
reparto de la riqueza en una nación sin apenas desequilibrios sociales.
En Japón la renta per capita fue en 2010 de 42.431 dólares frente a solo 4.412
dólares de China, aproximadamente la que tenía este país en los años 60, según
el diario económico Nikkei.
De acuerdo con estimaciones, China podría superar a Estados Unidos (hoy con un
inalcanzable PIB de 14 billones de dólares) como primera economía mundial dentro
de veinte años y otra nación emergente, la India, se convertiría en 2028 en la
tercera potencia.
Para entonces, se calcula que la población activa será de poco más de 55
millones de trabajadores en Japón, un país que ha visto aumentar su deuda
pública hasta el 183% del PIB al tiempo que su población envejecía
progresivamente.
Fuente:
www.eleconomista.es