TRANSICIÓN
POLÍTICA SIN PRESIÓN ECONÓMICA
Por David
Tamayo
El proceso
electoral que se avecina y la transición política de la presidencia de la
República se realizarán en un contexto de bonanza económica, pues el nuevo
gobierno recibirá una economía en alto crecimiento y con fortaleza en los
principales indicadores fiscales y monetarios. A diferencia de situaciones
previas esta vez la volatilidad en las variables de corto plazo asociadas al
proceso electoral será muy limitada, pues por primera vez se advierte una
transición política con un muy bajo riesgo de cambios sustanciales en la
orientación económica.
Si bien las principales agrupaciones con mayor porcentaje de intención de voto
en las encuestas tienen diferencias importantes en sus planes de gobierno,
comparten la orientación general hacia el mantenimiento de los principios
básicos de una economía de mercado. En el caso de otras opciones políticas que
promueven cambios más drásticos en política económica, se advierte una baja
probabilidad de éxito electoral y por ello no parecen ser, por ahora, una
amenaza.
Este escenario ya viene siendo descontado por los tomadores de decisión del
sector privado pues hoy no se detecta la típica actitud de cautela y pausa de
las inversiones frente a un proceso electoral, que ha sido la nota usual en el
pasado.
Estas elecciones y el reciente retiro de la plancha electoral aprista pueden
aumentar las presiones de gasto durante el primer semestre sobre el MEF en la
medida que se busque mejorar el posicionamiento político del Apra de cara a las
elecciones, así como la necesidad de concluir con obras emblemáticas antes que
finalice el gobierno. A nivel de los gobiernos sub nacionales se ha producido
hace poco la asunción de las nuevas autoridades recientemente electas. Es
probable que su ritmo de gasto aumente conforme avance el año en la medida que
consoliden sus equipos y paguen los costos de aprendizaje. Sin embargo, no
debemos olvidar a las autoridades reelectas en algunas regiones, las mismas que
deberían continuar con su ritmo previo.
El entorno internacional también se muestra algo más favorable con mejora
paulatina en los indicadores de Estados Unidos, la verificación que los
problemas en Europa tienden a ser focalizados y que las economías emergentes,
incluida China, continúan con un alto dinamismo de crecimiento. En el plano
doméstico, continuará la expansión de crecimiento de la construcción, logística
y comercio minorista en provincias, junto con el renovado interés por nuevos
proyectos de minería e hidrocarburos asociados al alto precio de las materias
primas. Algunas de ellas, en especial de tipo alimenticio, pueden generar
presiones de costos que afecten productos de consumo popular.
Por último, dado que es seguro que el próximo presidente no tenga mayoría en el
Congreso, probablemente en el año va a resultar más importante la forma como se
articulen los distintos intereses para la selección de autoridades públicas en
puestos claves tales como la presidencia y directorio del BCR, el
Superintendente de Bancos y AFP, el rol de Conasev y la elección de sus
directores, junto con los puestos directivos de la principales reguladoras
sectoriales y de Essalud, entre otros. Si bien en ningún caso se perciben
riesgos significativos es posible que, debido a la selección de dichos
funcionarios, puedan darse cambios de enfoque que tengan efectos importantes en
la estructura y funcionamiento de algunos mercados.
Fuente: Diario Gestión (19/01/11)