OBAMA ANUNCIA UN PLAN PARA REDUCIR LA DEUDA PÚBLICA EN US$ 4 BILLONES



Mandatario propone "Impuesto Buffett" a estadounidenses que ganen mas de un millón de dólares al año. mientras republicanos critican plan como campaña política.


 


Aunque durante su campaña y su presidencia, la disciplina fiscal no ha sido una prioridad para Barack Obama, ahora es un imperioso abanderado del orden en las finanzas públicas de USA


Barack Obama anunciando su plan de reducción de la deuda pública.


Ante las diferencias insostenibles entre lo que ingresa y lo que gasta el gobierno federal, Barack Obama ha formulado un plan presupuestario -con la asegurada oposición de los sectores más hacia la izquierda y la derecha del espectro político americano- que aspira a eliminar US$ 4 billones de números rojos durante los próximos 12 años.
USA tiene un déficit anual proyectado en $1,6 billón y una deuda pública de US$14,27 billones, según cifras gubernamentales.
Obama ha reconocido la necesidad de sustanciales recortes presupuestarios, concepto hasta ahora monopolizado por los conservadores pero que el Presidente quiere llevar a cabo de forma razonable y sin caer en el nihilismo burocrático del Tea Party.

El presidente de USA propuso un plan para reducir el enorme déficit fiscal de forma gradual para “proteger y fortalecer” la recuperación económica, según dijo Obama en un esperado discurso pronunciado en la Universidad George Washington, en la capital del país.
Al final de su exposición, Obama dijo que "tengo la expectativa de escuchar otras ideas proveniente de todo el espectro político" y recordó que "el sentido de responsabilidad no es un sentimiento partidista, sino que es patriotismo".
Entre la audiencia se encontraban el vicepresidente de USA, Joe Biden, y el secretario del Tesoro, Thimoty Geithner.
Al iniciar su discurso, Obama criticó la pérdida de disciplina fiscal durante la primera década del corriente siglo, en los 2 gobiernos de George W. Bush, incluyendo la exensión de impuestos que alcanzó a quienes reciben los salarios más altos, factores que, en su opinión, condujeron a la acumulación del déficit.


Obama recordó que, al mirar al Presupuesto, se debe tener claro que "2/3 de nuestro presupuesto se dedica a (los programas de asistencia de salud pública) Medicare y Medicaid, así como a Seguridad Social y Seguridad Nacional".
Las propuestas de Obama incluyen reducir el gasto en seguridad nacional para ahorrar US$ 400.000 millones; reducir el gasto en la salud nacional para ahorrar US$ 480.000 millones; e introducir recortes en otros programas nacionales como los subsidios agrícolas, el sistema federal de seguros de pensiones y medidas antifraude para ahorrar US$ 360.000 millones, todo en un plazo fijado para 2023.


Su plan también prevé bajar gastos no relacionados a la seguridad, que incluye servicios públicos que reciben fondos del gobierno federal tales como educación, medioambiente, energía, agricultura e infraestructura, como forma de ahorrar US$ 700.000 millones para 2023.
Obama también hizo un llamado a implementar una reforma fiscal que “cierre lagunas y produzca un sistema más sencillo, más justo y que no favorezca a aquellos que pueden pagar abogados y contadores para evadirlo”.
El mandatario dijo que apoya “el objetivo de la Comisión Fiscal de reducir los gastos fiscales lo suficiente para bajar las tasas y bajar el déficit”.
La propuesta de la Casa Blanca incluye: recortes presupuestarios de los que no se librará ni el Pentágono, freno al crecimiento de los grandes programas de protección social y un aumento de la presión fiscal.


Para que la Hacienda pueda recaudar más, la Casa Blanca propone eliminar particulares exenciones fiscales e impedir que las rentas más altas sigan beneficiándose de los recortes de impuestos promovidos por el presidente Bush.
Entre las ideas esbozadas durante su alocución en el campus de la Universidad George Washington, el Presidente también ha introducido un concepto: si los números rojos acumulados no se reducen significativamente para 2014, entraría en acción un mecanismo automático de recortes presupuestarios mucho más profundos e indiscriminados.


La meta de ahorrar US$ 4 billones durante los próximos 12 años se sitúa por debajo de los objetivos planteados tanto por la mayoría republicana en la Cámara baja como por la comisión para la reducción del déficit auspiciada por la Casa Blanca.
Pero, según los argumentos de Obama, la disciplina fiscal que necesita USA no puede afectar a partidas destinadas a garantizar la competitividad de la mayor economía del mundo. Ni tampoco alterar sustancialmente las subvenciones sanitarias para jubilados y más pobres, o las pensiones de la Seguridad Social.

Fuente: Diario Gestión (20/09/11)