China, el gigante que nunca para de crecer
La crisis mundial afectó mínimamente al país asiático
Líderes chinos buscan desarrollar extensas zonas rurales

[PEKÍN] En los últimos 30 años, China ha venido aplicando una política de reforma y apertura, y ha conseguido logros extraordinarios. Con un crecimiento anual promedio de casi 10%, la nación asiática ha llegado a ser la segunda economía del mundo y la primera con mayor reserva de divisas. La crisis para ellos, no pasa de ser una anécdota.

Beijing es una ciudad que bulle. Modernos carros, de todas las marcas, forman parte del caótico tráfico de la ciudad, mientras que literalmente millones de chinos recorren sus calles para comprar desde un pequeño alacrán frito hasta el más sofisticado celular con traductor incorporado.
Esos simples indicadores de la calle demuestran que la crisis económica que afecta a medio planeta, apenas ha hecho mella en su crecimiento. Y si bien el propio gobierno chino se reconoce como un país en vías de desarrollo, su economía es una de las de mayor proyección en el futuro inmediato.
Sun Qi Ming, investigador de la Universidad de Beijing, sostiene que la crisis mundial afectó en forma mínima las exportaciones del gigante asiático; sin embargo, afirma que el gobierno no pretende bajar la guardia y adoptó medidas para lograr un desarrollo sostenible y equilibrado.

Antes que la crisis financiera, refirió que el principal problema de China es la desigual proporción en el desarrollo del país. Ciudades como Beijing, Cantón o Shangai muestran la espectacularidad del crecimiento chino, con enormes centros comerciales y monumentales edificios que en nada se diferencian con los rascacielos de otras ciudades occidentales. Pero todo ello contrasta con la pobreza rural.

Pese a ello, China ahora es una de las principales fuerzas motrices para el avance económico del mundo, con un ritmo de crecimiento promedio de 10.5%, una importación anual aproximada a 750 mil millones de dólares y una tasa de contribución acumulada mayor de 20%, creando más de 14 millones de puestos de trabajo en todo el orbe.
Aunque hoy día China le es indispensable al avance de la economía global, al mismo tiempo, sigue siendo el país en vía de desarrollo más grande del mundo, con problemas agudos del desarrollo desequilibrado, no armonioso y no sustentable, y las relevantes contradicciones estructurales, lo cual urge una solución inmediata.

Tras un crecimiento de alta velocidad en las últimas tres décadas, la economía china ha entrado en una nueva etapa que requiere reforma y transformación, las cuales no pueden realizarse de la noche a la mañana y necesitan apoyo de políticas acertadas y esfuerzos mancomunados de toda la nación.

Dos aumentos

China planifica y ya se fijó metas para los próximos cinco años. La Asamblea Popular Nacional aprobó el año pasado el 12° Plan Quinquenal (2011-2015) y el primer ministro, Wen Jiabao, dispuso en marzo pasado directrices para la reforma y el desarrollo de la economía en el futuro.
Entre las principales disposiciones figuran la profundización de la reforma y apertura, la mejor de las condiciones de vida del pueblo, el fomento de un desarrollo sostenido, y la estabilización de la sociedad en torno a la transformación del crecimiento económico.
La embajadora de China en Perú, Huang Minhui, afirma que los objetivos concretos pueden resumirse en lo siguiente: “dos aceleraciones y dos disminuciones”.


En primer lugar, China quiere acelerar el desarrollo de las condiciones de vida de su pueblo, especialmente en aquellos sectores de la extensa zona rural del oeste; y busca incrementar la capacidad de innovación científico-tecnológica en la fuerza productiva. Es decir, procurarán que las etiquetas digan “Diseñado en China” en lugar de “Hecho en China”.
Sobre las disminuciones, China procura reducir la contaminación para que el alto ritmo del crecimiento económico no consuma enormes recursos energéticos en perjuicio del medioambiente.

Indicadores inmunes a la crisis

Si Grecia está a punto del colapso y Alemania hace lo imposible para que no arrastre a toda Europa, las cifras chinas demuestran la saludable economía alcanzada frente a la tormenta que azota a otras naciones en el mundo.

El producto interno bruto (PIB) de China alcanzó los 7.3 billones de dólares en 2011, con un aumento de 9.2% con respecto al año anterior, sobre el cual otro crecimiento de 7.5% en este año no es poco.
Se prevé que durante el período del 12° Plan Quinquenal (2011-2015), el volumen total de las ventas al por menor de los productos de consumo, el volumen de importación y exportación, y del comercio de servicios crecerá alrededor de un 15%, 10% y 11%, respectivamente.
De igual manera, la absorción práctica anual de inversión foránea sumará 120 mil millones de dólares y la inversión directa al exterior crecerá un 17%, alcanzando en cinco años los 560 mil millones de dólares. En consecuencia, la economía china mantiene un buen estado en lo fundamental y una tendencia de incremento.

Ese aumento económico se sostendrá, precisamente, porque China, se encuentra en la etapa intermedia del proceso de la industrialización.

Fecha: Publicado en diario "El peruano" (21/05/2012)