El crecimiento económico debe beneficiar a los pobres

Insulsa considera que, de lo contrario, podría ser peligroso
Funcionario participa en Lima en la 27va cátedra de las Américas

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, consideró ayer que el crecimiento económico de la región debe estar acompañado de una buena distribución de los ingresos.

 “De lo contrario –advirtió– puede ser peligroso”, por lo que subrayó la necesidad de mejorar la calidad de vida de los menos favorecidos en aquellos países que están creciendo desde hace varios años.
“El crecimiento económico es esencial, es fundamental para poder lograr mejores condiciones de vida para toda la población, pero el crecimiento sin mejoramiento de la distribución también puede ser peligroso”, opinó.

 Insulza señaló que el crecimiento despierta expectativas de la ciudadanía, que las democracias deben satisfacer de alguna manera.
 “Cuando un país crece a un 7% anual, mucha gente se comienza a preguntar dónde está mi 7% y se responde que seguramente alguien se lo está quedando”, subrayó Insulza, en el marco de la 47a edición de la denominada Cátedra de las Américas.

Por otro lado, dijo que se han formulado buenos aportes en el Consejo Permanente de la OEA para adecuar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a los tiempos actuales y que los aportes serán evaluados en su momento a nivel de la Asamblea.
 Consideró, asimismo, que la CIDH debe tener una mejor vinculación con los gobiernos de la región, a fin de fortalecer el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Hacia un diálogo mayor

Respecto al proceso de reforma de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Insulza dijo que en general los países de la región están a favor de un mayor diálogo con el Sistema Interamericano.
 “Hemos tenido encuentros, pero de buena voluntad, porque todos los Estados quieren que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte se fortalezcan”, manifestó el secretario general de la OEA.

 Recordó que el gran sello de la CIDH fue enfrentarse a dictaduras y defender a las víctimas de persecución, pero destacó que el panorama actual es otro, porque existen gobiernos democráticos que adoptan medidas para fortalecer sus políticas en derechos humanos y tienen la voluntad firme de respetar el Sistema Interamericano.

Publicado en: Diario "El Peruano" (16/05/2012)