Próximo líder de Japón deberá revivir economía; encarar disputa con China


El nuevo gobierno ademas deberà hacer frente a una disputa con China por unas islas y una agenda en el tema nuclear por el desastre de Fukushima el año pasado.

El ex primer ministro Shinzo Abe obtuvo una segunda oportunidad para dirigir Japón luego de que el conservador Partido Democrático Liberal (PDL) lograra un arrasador triunfo en las elecciones, pero ahora deberá moverse rápidamente para estimular a la economía y manejar las tensas relaciones con China.

Se esperaba que Abe, cuyo partido ganó esta vez tras una severa derrota hace tres años, se reúna el lunes con Natsuo Yamaguchi, el líder del pequeño partido Nuevo Komeito, para cementar una alianza y que confirme medidas para alentar una economía que afronta su cuarta recesión desde el 2000.

La victoria del PDL, que gobernó Japón por buena parte de los últimos 50 años antes de ser derrotado en las urnas el 2009, dará pie a un Gobierno comprometido con una dura postura en una disputa territorial con China y una agenda que favorece la energía nuclear pese al desastre de Fukushima del año pasado.

Abe también instó a aplicar una política monetaria ultra expansiva potencialmente riesgosa y de altos gastos fiscales, la cual busca abordar la deflación y la fortaleza del yen.

Proyecciones de cadenas de televisión daban al PDL al menos 291 puestos en la Cámara baja de 480 escaños y junto con Nuevo Komeito - que se estima lograría 29 asientos - obtendrían una mayoría de dos tercios para superar en buena parte de los temas a la Cámara alta, donde ningún grupo político tiene el dominio.

Eso ayudaría a poner fin al estancamiento político que ha afectado a la tercera economía del mundo desde el 2007.

Analistas dicen que aunque los mercados ya habían generado una caída del yen y los precios de las acciones subieron en anticipación a la victoria del PDL, los títulos podrían seguir ampliando ganancias y la divisa japonesa se depreciará más si se concreta la "súper mayoría" liderada por los conservadores.

Las proyecciones también mostraban que el Partido Democrático de Japón del actual primer ministro Yoshihiko Noda sufrió una derrota aplastante y que ganaría al menos 56 asientos legislativos, menos de un quinto de lo que logró en el 2009.

Noda dijo que dejaría su cargo como líder de su partido después de la derrota, en el que varios influyentes legisladores del PDJ perdieron sus puestos.

"Este fue un rechazo abrumador al PDJ", dijo Gerry Curtis, profesor de la Universidad de Columbia de Nueva York.

"Abe fue listo en la campaña. Su postura firme en temas de seguridad tomaron el segundo lugar de importancia en el debate luego del estímulo económico (...) Si se mantiene en ese foco, tiene posibilidades de mejorar su desempeño", aseveró.

El analista Bruce Klingner del grupo de expertos Heritage Foundation en Washington dijo que el retorno de Abe y del PDL fue un rechazo directo al PDJ, pero también "refleja una adopción de posturas conservadoras" luego de años de relaciones tensas con los vecinos más cercanos de Japón.

"La seguridad de China en sí misma y las provocaciones de Corea del Norte sacaron a la opinión pública de su complacencia tras la Segunda Guerra Mundial hacia un nuevo deseo de defender la soberanía japonesa", declaró.

Abe, que se espera sea nombrado primer ministro por el Parlamento el 26 de diciembre, también tendrá que mostrar que aprendió de sus errores tras su primera administración, plagada por escándalos y acusaciones de incompetencia.

 

Fuente: Diario Gestiòn (17 de Diciembre del 2012)