A Brasil le toca bailar con la más fea

 

EL GIGANTE SUDAMERICANO MOSTRÓ UNA ECONOMÍA DÉBIL EN EL PRIMER SEMESTRE, LO QUE LO LLEVARÍA A QUE CIERRE EL AÑO CON UN CRECIMIENTO QUE TAL VEZ NO LLEGUE AL 2%.

 

La caída de los precios de los commodities le ha causado a Brasil un déficit de US$ 3,000 millones en su balanza de pago en el primer semestre. A esto se debe añadir el incremento de la inflación, la disminución del consumo interno y la postergación de inversiones.

La economía brasileña continuó frustrando expectativas de una recuperación más fuerte a lo largo del primer semestre del 2013. 
A inicio de año, cerca de 100 agentes económicos consultados cada semana por el Banco Central preveían que Brasil crecería 3.3% este año, superior al 0.9% del 2012. Este mismo grupo culminó el primer semestre reduciendo su proyección al alza del Producto Bruto Interno (PBI) en 2.4%, y algunos ya comentan de un crecimiento menor, que tal vez no llegue al 2%. La peor de las proyecciones combina una economía débil en el primer semestre del año con un fuerte cambio en los escenarios externos y domésticos en junio.

Por un lado, la Reserva Federal estadounidense (FED) informó que disminuirá los estímulos monetarios antes de fin de año, lo que generó un alza del dólar y la fuga de capitales en países emergentes, entre ellos Brasil. De otro lado, una ola de protestas acaparó las calles de las principales ciudades del país en el mes de junio, con consecuencias políticas y económicas aún desconocidas.

Sectores
Para Felipe Tamega, economista jefe de la gestora especializada en fondos de inversión Modal Asset, la industria y el sector servicios sorprendieron con caídas en el primer semestre, dejando destaque positivo para el sector agrícola, que está recogiendo buenas cosechas de maíz y soya después de las sequías en el 2012.

Para este año, los economistas esperan un crecimiento de 2.5% para la industria, aunque esta cifra puede ser aún menor después de la decepción en mayo, cuando la producción cayó a 2%. Para Monica Baumgarten, socia directora de Galanto Consultoría, las dificultades quedaron más visibles a causa de la desaceleración de los socios comerciales importantes para Brasil, como China y Europa.

En el primer semestre, las exportaciones de manufacturas cayeron un 1.2% respecto a igual periodo del año pasado. Como también están en caída los precios de los principales commodities exportados por Brasil, como café y azúcar -así como soya y concentrados de hierro, de manera más reciente-, la balanza comercial acumula un déficit de US$ 3,000 millones en el primer semestre, su peor resultado en el periodo desde 1995.

Crecer también fue más difícil a causa de la pérdida reciente en el impulso del consumo. Para el economista jefe de Barclays para América Latina, Marcelo Salomon, la demanda de las familias está creciendo menos por la inflación elevada, que corroe sus ganancias reales de ingresos y, al mismo tiempo, disminuye la confianza del consumidor.

También resalta que las primeras señales de disposición del mercado de trabajo repercuten negativamente a esta dinámica. El recalentado mercado de trabajo sustenta la capacidad de consumo de las familias. Pero el periodo prolongado de tibia actividad laboral parece estar afectando la generación de empleos. Hasta mayo, según el Ministerio de Trabajo, se abrieron 669,300 puestos formales, 23.8% menos respecto a igual periodo del 2012. Barclays proyecta un aumento en la tasa media de desempleo de 5.8% para este año y de 6.5% para el 2014, frente a 5.5% del 2012. De confirmarse esto, será la más elevada desde el 2009.

José Francisco de Lima Gonçalves, economista jefe de Banco Fator, también evalúa que la moderación en la concesión del crédito contribuye a contener las ventas en el comercio, que se encuentran estancadas desde el tercer trimestre del año pasado. Hoy, el 21.5% del ingreso mensual de las familias está endeudada, de acuerdo con el Banco Central, y el defecto sigue elevándose, aunque en nivel decreciente. Así, el consumo perderá espacio como resorte propulsor del crecimiento brasileño este año.

Inversiones
En este contexto, se abre espacio para el reinicio de las inversiones, después de la caída de un 4% observada el año pasado. El tono, por tanto, es de cautela. Para Monica Baumgarten, de Galanto, invertir implica decisiones de largo plazo que necesitan de seguridad de los inversionistas. “Y tenemos hoy un ambiente de bastante incertidumbre, exacerbada por movimientos cambiarios y por manifestaciones de la población. La duda congela los proyectos”, dijo. Hasta el 2 de julio, el real acumulaba una devaluación de 9.20% en el año respecto al dólar.

Tamega, de Modal Asset, también se mostró pesimista respecto a las inversiones, en función al panorama económico en Brasil. Hasta ahora, los flujos de inversión extranjera directa fueron suficientes para financiar los déficits en cuenta corriente, pero el rumbo en las cuentas externas brasileñas aumentó y alcanzó un 3.2% del PBI, o unos US$ 73,000 millones, hasta mayo, y precisó ser financiada en parte con capitales especulativos. Con la pérdida de credibilidad y menor liquidez en el mundo, Brasil necesitará de tasas de interés más altas para atraer capital, observa Tamega.

En ese escenario, la respuesta de la política económica es poco previsible, evalúan los analistas. El Banco Central brasileño pasó a adoptar un tono más duro para intentar contener el alza de la inflación, cuyo techo ronda la meta de 6.5% desde inicios de año. No obstante, una fuerte elevación de los intereses puede derrumbar aún más el crecimiento local, cuando ya se habla de amenaza de recesión en el segundo semestre. Para evitar un incremento en las tasas de interés, el Gobierno podría adoptar una política fiscal más austera, aunque este panorama quedó complicado después de las reclamos urbanas por mejor educación, salud y transporte.

Para economistas más ortodoxos, una apertura fiscal daría más credibilidad al Gobierno. Célio Hiratuka, docente de la Unicamp, ya argumenta que el mayor riesgo para la recuperación de las inversiones es el de un ajuste fiscal fuerte para reforzar el superávit primario, aliado a una política monetaria más restrictiva.

EN CORTO
Principal problema son los altos costos
Dificultades. Para Monica Baumgarten de Bolle, socia directora de Galanto Consultoría, aún no se resuelve el problema básico de la industria. Pese a las exoneraciones fiscales para dar competitividad al sector, la industria sigue enfrentando costos elevados, agravados por la infraestructura deficitaria.

Fuente: Diario Gestión (10 de Julio del 2013)

RIPE (Red Iberoamericana de prensa economica DIario Valor - Brasil)

 

Argentina toma fondos hasta de lotería para financiarse

 

(Bloomberg) Argentina debe internamente más dinero que nunca en un momento en que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner exprime los pesos de las entidades públicas: desde el organismo jubilatorio hasta la lotería, tan solo un decenio después de haber perdido el acceso a la financiación internacional.

Liderados por el Banco Central, los organismos del Gobierno son en la actualidad los acreedores más importantes del país, ya que le habían prestado al Tesoro unos US$ 115,000 millones a fines del 2012. Esto da un total del 58% de la deuda total de Argentina. La proporción trepó al 53% en el 2011 y es el doble de los US$ 57,500 millones que Argentina le debe a acreedores privados. Fernández aumenta el endeudamiento interno a fin de evitarse pagar más del 14.53% a cambio de los dólares en el exterior.

Fernández ha dispuesto de unos US$ 30,000 millones de reservas del Banco Central para pagar la deuda externa desde que cambió los estatutos del Instituto Emisor en 2010.

El gobierno ha vendido títulos al banco central, a fondos de pensiones estatales Anses, al Banco de la Nación Argentina e incluso a un operador portuario y la empresa de lotería para financiar el gasto en el último año.

Fuente: Diario Gestión (5 de Julio del 2013)