Medellín, en alerta roja por contaminación


 

El índice de contaminación en la capital antioqueña y otros municipios del Valle de Aburrá ha llegado a un nivel crítico de material particulado, pues se han duplicado los registros de marzo de 2015.

Según los reportes realizados por la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, encargada de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire del Valle de Aburrá, en convenio con el Área Metropolitana, la concentración de material particulado PM2.5 (partículas menores de 2,5 micras que penetran al pulmón) ha estado muy por encima de la norma diaria colombiana en los primeros 15 días del mes de marzo.

Así, el indicador de calidad del aire es “dañina para la salud”. Según, Carmen Elena Zapata Sánchez, directora de la Red de Monitoreo y docente de la U.N., esto se debe a que la contaminación está atrapada en la zona.

“A las condiciones normales se añadieron algunas relacionadas con lluvias continuas en las mañanas y en las tardes. Debido a la topografía del valle, la capa de mezcla de contaminantes (la atmósfera que está sobre el nivel del piso del valle) que se debe expandir por encima de las montañas no lo está haciendo, por lo que la radiación solar se está consumiendo en evaporar el líquido” precisó la experta.

Los investigadores efectuaron un análisis el 13 de febrero al 13 de marzo, este incluyó los episodios de lluvia y el comportamiento de incendios dentro y fuera del Valle de Aburrá. Todos esos factores, sumados al incremento del parque automotor y la topografía, han superado los límites de la norma colombiana tanto en PM10 y en PM2.5.

“La alerta se declara cuando se superan los dos días bajo este tipo de fenómenos para que la administración y los ciudadanos tomen las respectivas medidas”, añade la experta, quien señala también que el día más crítico fue el pasado miércoles 9 de marzo, pues se tuvieron 127 microgramos por metro cubico de material particulado.

ATENTOS PARA TOMAR MEDIDAS RESTRICTIVAS

La Red de Monitoreo cuenta con varias estaciones ubicadas en diferentes puntos y a diferentes alturas en el Valle de Aburrá. Cerca al Museo de Antioquia se reportaron concentraciones de PM2,5 mayores a dos veces la norma. Es decir, que está por encima de 100 microgramos por metro cubico y el índice de calidad del aire resultó prejudicial para la salud de toda la población.

Si esta situación se mantiene constante, el Área Metropolitana “tiene que tomar medidas restrictivas”. Además, la experta llamó la atención para que el sector salud esté atento, especialmente, a las urgencias en eventos respiratorios.

A los ciudadanos se les recomienda no hacer ejercicio ni usar bicicleta (de ser posible) en las horas de la mañana entre las 6:00 a.m. y las 10:00 a.m., pues la contaminación es estática en este momento del día. A los niños, adultos mayores y embarazadas se les aconseja salir de sus casas en caso de ser necesario.

Además, no deben usar vehículos particulares pues el 80 % de la contaminación es producida por el parque automotor, así que se solicita desplazarse en el servicio público de transporte.

POLVO DE SAHARA AYUDÓ A INCREMENTAR LA ALARMA

Aunque algunos medios de comunicación alertaron sobre al evento de polvo del Sahara que llegó a territorio antioqueño como causa de la contaminación que hoy se manifiesta en sus altos índices, la profesora Zapata afirma que este año el evento del Sahara fue minúsculo. “La U.N. tiene un convenio con la NASA a través del grupo GLEO (Grupo de Investigación Láseres y Electroscópica), y determinaron que el evento fue muy pequeño pero ayudo a disparar la alarma”.

Los vientos alisios que vienen de África, del este hacia el oeste, trajeron este material particulado muy grueso a principios de marzo. “Nos dimos cuenta que había polvo del Sahara en el valle en una cantidad muy pequeña, pero en esa revisión percibimos la cantidad de incendios que había y nos dimos cuenta de que era biomasa quemada”, explicó Zapata.

Se espera que con la llegada de la Semana Santa no circulen tantos automóviles y que el fenómeno de contaminación, que hasta ahora es alerta roja, disminuya para principios del mes de abril.

 

Fuente: El Espectador (16 de Marzo de 2016)