LA RUTA DE INDIANA JONES EN LA MERCED


A solo 371 kilómetros de Lima, la Selva Central ofrece a los viajeros una alternativa turística de pura adrenalina que parece ser el guion de una película de acción. Anímese a ser el protagonista de esta historia en La Merced.

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Deje de buscar lo mismo en cada viaje. Escápese. Un nuevo circuito turistico para niños y adultos, para exploradores consumados y turistas urbanos, se ha creado en la espesura boscosa de La Merced (Chanchamayo, Junín), donde la naturaleza es el escenario de una gran travesia: la ruta de Indiana Jones lo espera. Viva la película. ¡Que no se la cuenten!

La primera escena de este filme se protagoniza en el distrito de San Ramón, la “Puerta de Oro de la Selva Central”. Verdor, el río, los mototaxis, varias cataratas, la posibilidad de internarse en Pampa Hermoza, pero eso será para la segunda parte que, en esta caso, si será buena, muy buena.

No hay que adelantarse. El rodaje continúa en otra locación: La Merced, la capital de Chanchamayo (a 15 minutos de San Ramón). Más verdor, más belleza exuberante y hasta un puente colgante: Kimiri. Construido en 1905, este es cruzado por los aventureros en su búsqueda de una trocha zigzagueante.

Corte, un pequeño descanso en las plantaciones de tangerinas y naranjas que están al otro lado y lucen demasiado provocativas. Lástima que la parada y el sueño de frescura no será posible. Los dueños de las parcelas están ahí, husmeando a esos traviesos que están ansiosos de buscar satisfacción en el néctar de sus frutas.

Atrás quedan las plantaciones de tangerinas y naranjas, como lo que fueron: una ilusión. Hay que seguir el camino y encontrar consuelo en las visiones del río Chanchamayo y el valle de La Merced. Registrar una postal con ambas imágenes, no es una mala idea.

Tampoco lo es seguir las indicaciones del guía. Él dice que no hay que perder el ritmo, porque aún no hemos llegado al inicio de la ruta. ¿Qué pasó?, ¿y todo lo que se ha caminado hasta ahora? “Es solo un calentamiento”, responde. ¡Uy! No hay que desanimarse. Buen ánimo, simplemente.

Cuarenta minutos de caminata y aún nada. A estas alturas el buen ánimo también va a tener que quedarse atrás. El calor incrementa, al igual que la sed. Las visiones del río Chanchamayo y el valle de La Merced ya dejaron de ser un consuelo. Pero todo cambia cuando –al fin– se llega a la cabaña de Jesús Domínguez, donde se puede descansar, beber y comer.

La trama baja el ritmo. Un instante de calma para escuchar las indicaciones de Jesús, quien explica la manera en la que todos nos convertiremos en Indiana Jones. ¿Qué, todavía no empezamos la ruta? No, hay que recorrer otro tramo de 200 metros, allí recién se rodarán las escenas que son ciento por ciento acción, sin dobles, sin cortes, en todas las dimensiones y totalmente en alta definición.

El final de un riachuelo es el inicio de todo. Ahora hay que andar por ahí, sin pero alguno. A mojar las zapatillas se ha dicho, mientras que una caída de agua de tres metros se deja ver. ¿Y ahora?

El guía supera la caída de agua y lanza la cuerda que ayuda a ascender y llegar al objetivo. Se continúa la ruta. Todos sonríen y creen ser los más más, hasta que el circuito se complica con la presencia de otra caída de agua de cinco metros.

Algunos ya no quieren subir. Otros prefieren ir por la escalera, pero la mentalidad Indiana Jones lo puede todo. El segundo obstáculo es superado. Adelante quedan otros  que presentan mayor grado de dificultad.

El último obstáculo es una peña. Esta se conquista con la ayuda de una escalera, mientras el agua cae sin piedad. Es decir, los protagonistas se empatan totalmente. Gritar, liberarse, y, cuando falte poco para llegar a la cima, levantar el rostro y dejarse embrujar con la vista espléndida de la catarata Borgoña, la recompensa a la persistencia y el final de una película que, de todas maneras, tendrá una segunda parte.

En Rumbo

La ruta de Indiana Jones se inició hace cuatro años, gracias al aporte de Jesús Domínguez.

-      En el 2014, la provincia de Chanchamayo fue el segundo destino más visitado por los escolares del país. El primero fue Cusco.

-      En la actualidad, la amenaza del fenómeno El Niño ha disminuido el número de viajeros estudiantiles.

-      Para la ruta Indiana Jones es recomendable llevar zapatillas para todo terreno, agua y algún alimento suave, para el camino. Durante el circuito, guarde su cámara en una bolsa de plástico.

 

Fuente: Larepublica.pe ( octubre 2016)