PROTEJAMOS EL AGUA ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO

 

 

Cuidemos el agua de manera inteligente, Ica y Huancavelica han tomado conciencia de la necesidad de lograr la seguridad hídrica e impulsar su desarrollo.



 

AUTOR: JOSÉ LUIS LUJÁN CÁRDENAS
AMBIENTALISTA

 

El Perú, dada su ubicación geográfica (cerca de la línea ecuatorial), con características ecosistémicas particulares, tiene un pujante desarrollo económico  y presenta una creciente tendencia demográfica, por lo que necesita urgente una política nacional de mitigación y adaptación al cambio climático. Nuestro país debe crecer de manera sostenible e inteligente, socialmente incluyente, basada en una economía verde, humana e inclusiva, que privilegie los recursos naturales (especialmente el agua) y donde el quehacer nacional se adecúe a la variabilidad climática.


Ante esta preocupación nacional, hay tímidos y aislados intentos gubernamentales, especialmente con el apoyo internacional. Es así que acaba de culminar con éxito, luego de cinco años, el Proyecto de Adaptación al cambio climático y reducción del Riesgo de Desastres en Cuencas Priorizadas de Ica y Huancavelica, aplicado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, la Deutsche Gesellschaft fur internationale Zusammenartbeit (GIZ), y el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres (Cenepred).


Luego de siete meses décadas de controversia, los gobiernos regionales de Ica y Huancavelica han tomado conciencia de la necesidad de lograr la seguridad hídrica e impulsar su desarrollo, uniendo voluntades y esfuerzos, conformar el Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca Tambo- Santiago-Ica.


Poco saben, igualmente, que le Gobierno alemán, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y la alianza Water Futures Partnership, desde el 2014, llevan adelante el Proyecto de Adaptación de la Gestión de Recursos Hídricos en Zonas Urbanas al Cambio Climático con la participación del sector privado (Proacc), para la preservación de las cuencas de los ríos que suministran agua a Lima, una megaciudad de 10 millones de habitantes.


Son hechos aislados, pero que no dejan de ser importantes. Y alertan que es urgente una política nacional que implique reducir la vulnerabilidad y aumentar la resilencia de nevados, cabeceras de cuenca, aguas subterráneas, infraestructura hidráulica y las actividades agropecuarias y promover el desarrollo sustentable de los ecosistemas acuáticos.


Del mismo modo, implementar una estrategia nacional de recuperación de ríos, lagos y lagunas contaminados; reorientar la actividad agropecuaria hacia cultivos de baja huella hídrica y alta rentabilidad; privatizar los operadores hidráulicos ; sincerar la retribución económica , gestión del conocimiento, educación y cultural del agua; así como usar y fomentar la tecnología azul, como lo hace la India.


Esta política debe ser transversal, multisectorial, articulada e integrada, a largo plazo fundamentalmente, de tal forma que nos permita alcanzar tan ansiada gobernanza hídrica.

 


Publicado por: El Peruano (19 de febrero del 2017)