Diversos eventos cambiaron las expectativas de crecimiento del agro. Sin embargo, el ministro del sector, José Manuel Hernández, afirma que los programas proponen obtener mejoras en el campo.
“Es un año de gestión complicado, pero somos un país con muchas oportunidades y retos”, resume José Manuel Hernández, titular del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), en víspera de celebrarse el Día del Campesino.
Se prevé para el 2017 un crecimiento del agro de 3%, cifra por debajo de las expectativas del sector. “Tres eventos naturales y otro sociopolítico” han generado este impacto en el período 2016-2017: incendios que malograron 25,000 hectáreas de cultivo; un problema de sequías; y las lluvias, huaicos e inundaciones del Fenómeno El Niño Costero.
A ellos se agrega el efecto sociopolítico de los procesos derivados de Lava Jato, que significó “un impacto negativo porque los proyectos que estaban asociados a estas empresas brasileñas pararon, como Chavimochic, Poechos, o el de las presas La Montería y Sicán, que iban a permitir el desarrollo de nuevas tierras de cultivo”, dice a El Peruano.
Reactivación
Sin embargo, Hernández aplaude “la rápida recuperación de la capacidad de producción” de los agricultores. El Plan de Reactivación Productiva Agraria, recuerda, hasta el momento ha invertido más de 132 millones de soles “para reactivar la infraestructura hidráulica y llegue el agua con obras temporales”.
“En pocas semanas empezaremos la reconstrucción y ya tenemos asignados 20,000 millones de soles. Por primera vez en nuestra historia, el dinero estuvo antes que los proyectos y la evaluación de daños”.
Hernández recuerda que la reconstrucción con cambios permitirá a los agricultores contar con obras “de protección y prevención”.
Bonos de emergencia
Los bonos de emergencia que se entregan –a 1,000 soles por hectárea– superarán los 20 millones de soles; otros 25 millones son para los cultivos temporales y hay un fondo de financiamiento agropecuario de 100 millones, que cuenta con 15 millones para el seguro de crédito, aún no utilizado.
“Estamos promoviendo su uso, y esperamos que a partir del 1 de agosto los productores empiecen a usar con los nuevos cultivos y plantaciones”, señala.
Pero el ministro reconoce que se han dado muchas demoras en la entrega de los bonos debido a que existen “muchos trámites burocráticos que no se pueden saltar; información que debe ser administrada por los agricultores y firmada por los alcaldes”.
Ojo al pequeño productor
“Como gobierno nuestra preocupación es apoyar a los pequeños agricultores, que son la gran masa. Por ello, algunos de nuestros programas están en las zonas más pobres”.
Mas Hernández dice que el fin no es solo económico. Se han articulado programas bajo el paraguas Agro Próspero, en el que están la plataforma de servicios agrícolas Serviagro, las pasantías universitarias Agrojoven, el programa de fortalecimiento de Agrobanco, la creación del Banco Nacional de Germoplasma y la titulación de predios rurales.
Agua y ganadería
A más de 3,000 metros de altura ya el riego presurizado es una realidad y solo utilizando la presión hidráulica natural. Ello gracias al programa Sierra Azul, lanzado en el 2016, que busca tanto la siembra como la cosecha de agua, mediante reservorios y microrreservorios, y el mejoramiento del riego.
“Este año tendremos mil cochas reguladas y 50,000 hectáreas con riego regulado con las cochas”, cuenta.
A la par, por esa nueva realidad con agua en las zonas altoandinas, va el Plan Nacional de Desarrollo Ganadero; y gracias a un convenio con Cáritas del Perú se usará la tecnología de alfalfa dormante.
El Minagri ha iniciado el cambio de pastos naturales por pastos cultivados, que permitirá triplicar el número de vacas por hectárea. “Esto se verá rapidísimo, en 3 o 4 meses, cuando crezca el pasto”.
La Dirección General de Ganadería se enfoca en el desarrollo para el queso madurado, por el cual el pequeño ganadero logra ganar ocho veces más que el queso fresco. Pero al duplicar la producción de leche (hasta 10 litros por día) también contribuirá con leche fresca que necesitará la industria láctea.
Jóvenes al campo
Serviagro se engrana a Agrojoven, en el que participan recién graduados o alumnos de los últimos ciclos de las carreras agropecuarias, gracias a convenios con las universidades. Para el 2021 deben participar 1,600 jóvenes. “Queremos que los jóvenes vean en el agro la oportunidad para hacer negocio y pueden desarrollar asistencia técnica”, dice el ministro.
Se ha creado el Banco de Germoplasma y el programa de semillas, lanzado junto al INIA. “Debemos de convertirnos en proveedores de germoplasma para el mundo. La premisa es identificar el producto y asociarlo con el conocimiento de nuestros pueblos originarios”, explica.
Titulación de tierras
“Además de 68,000 títulos a particulares, ya se entregaron títulos de propiedad rural a 38 comunidades nativas, con lo cual se garantiza que las comunidades puedan desarrollar proyectos y ser socios de inversionistas para el manejo de sus bosques”, explica el ministro. La meta del programa de titulación rural es trabajar durante la gestión con 409 comunidades ya testeadas.
Veedurías anticorrupción
El Minagri cuenta con una comisión de alto nivel para verificar el uso adecuado de los recursos. A ello se suma Veedurías Ciudadanas en Contratación Pública en las regiones de Piura y La Libertad. En breve se abrirán nuevas en Tumbes y Lambayeque. “Se han creado en las zonas de reconstrucción donde se invertirán grandes cantidades de dinero y puede haber tentaciones de manejar mal esos recursos”, dice el ministro. Abrirán veedurías desde Ica hasta Tumbes, luego se aumentarán a zonas con proyectos especiales, como Jaén-San Ignacio-Bagua.
63,000 Ha de agua en reservorios y microrreservorios logró programa Sierra Azul.
Publicado por: El Peruano(23 de Junio del 2017)