Los líderes empresariales saben que la prevención es crucial como política. Por ello, anticipar las interrupciones de la operación –tanto si son planificadas o no– hace la diferencia en el impacto económico que pueden tener sobre la empresa, ya sea por oportunidades de negocio o por pérdidas directamente por la contingencia.

 

EMPRESAS Y DESASTRES NATURALES

 


AUTOR: MARÍA CELESTE GARROS
LICENCIADA EN CIENCIAS EMPRESARIALES


 

Las causas de una interrupción pueden ser infinitas: desde desastres naturales como terremotos o huaicos, pasando por actos de terrorismo a toda escala, así como incendios o un simple e inesperado corte de energía. No es algo a tomar a la ligera; de hecho, un informe de Ernest & Young (EY) en el Perú indica que el 52% de empresas no cuenta con un plan de contingencia ante desastres naturales.

Es fundamental al momento de desarrollar un plan de este tipo establecer claramente las responsabilidades para que todos sepan quién toma las decisiones durante la emergencia. Si este líder no está disponible, su sustituto debe estar identificado.

Hay que recordar que un plan de continuidad del negocio necesita constante actualización por lo menos una vez al año para reflejar los cambios en la importancia y la dependencia de las aplicaciones, las prioridades del negocio, la gestión del riesgo, locales de la empresa, operaciones y otras consideraciones. Lo ideal es que exista una persona responsable de anotar todas estas variaciones a lo largo del año.

Le brindamos unas buenas prácticas sobre las que puede trabajar su organización para que este tipo de eventos no los sorprenda desprevenidos:

• El centro de datos que es donde se almacena y procesa toda la información de la compañía debe estar disponible o tener algún servicio de redundancia. Se debe tener en cuenta que si un centro de datos deja de funcionar por cualquier razón, los usuarios deberían ser capaces de acceder a los recursos mediante otro, activo o de copia de seguridad, hasta que el centro de datos afectado vuelva a operar normalmente. Es importante que la infraestructura asociada apoye esta respuesta; para ello, la red de la empresa debe contar con un balanceo de carga y administración.

• Es de gran valor contar con plataformas para nubes que permitan virtualizar los servidores y puestos de trabajo, a fin de proporcionar herramientas para la gestión de la recuperación completa ante desastres en todos los lugares, incluyendo la migración en vivo para mover cargas de trabajo de un servidor físico a otro y alta disponibilidad automática, que redistribuya las máquinas virtuales desde un host fallido a otro host físico y los reinicia.

• Permitir trabajar a las personas desde donde se encuentren. El trabajador debe estar en la posibilidad de tener acceso a su entorno de trabajo de manera segura. Para ello es importante tener las aplicaciones y escritorios virtualizados para que por medio de un acceso de control seguro se puedan conectar a su información laboral desde cualquier dispositivo, como portátiles, computadoras de escritorio, tablets o teléfonos inteligentes, y que tenga la misma experiencia de usuario con todas sus aplicaciones personalizadas y datos habituales, sin importar el sistema operativo del equipo.

• El departamento de Tecnología de Información (TI) debe gestionar soluciones que trabajen con base en identidad y control de aplicaciones, datos y dispositivos, y borrado selectivo o automático de cuentas, en cualquier dispositivo que se haya utilizado temporalmente durante un evento de continuidad del negocio.

• Otra funcionalidad clave es la capacidad de compartir archivos sin restricciones y sincronizarlos en todos los dispositivos. Considerar opciones de almacenamiento flexible es lo más indicado para enfrentar situaciones de emergencia que requieran la interrupción del negocio.

• La colaboración y el soporte remoto de TI es necesario para que los usuarios mantengan contacto permanente con los clientes, colegas y demás. Es importante que los proyectos sigan encaminados de forma productiva y sin interrupciones.

Recordemos que toda esta gama de opciones puede aplicarse, con las adecuaciones propias de cada caso, en diversos rubros, para empresas de servicios, organizaciones de gobierno, entidades de salud o cualquier otro rubro.

Es en circunstancias de emergencia cuando el real valor de estas soluciones sale a flote, ya que no basta con aparentar normalidad en las operaciones, sino hacerlo con la misma eficiencia que si estuvieran todos los recursos normales disponibles. La meta final es garantizar la continuidad del negocio y la buena salud de la empresa.


Publicado por: El Peruano (16 de Diciembre del 2017)