Hoy es el Día Mundial del Agua. El cuidado del líquido vital no es solo un tema gubernamental. La ANA involucra a diversos actores, siendo importante la formación educativa y el compromiso de profesionales y empresas en este esfuerzo.

 

CUIDAR EL AGUA, LUCHA DE TODOS

 

 

Autor: José Vadilo Vila

Las noticias sobre el agua viajan en bus por Lima. Nuestra urbe es sedienta: De acuerdo con el Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS), un millón de personas no cuentan con el servicio de agua potable en sus casas. Son peruanos que habitan en asentamientos humanos donde el agua potable es aún un albur. A diario suben por caminos de trocha camiones cisterna para llenar bidones y tanques de agua para un puñado de días. El agua, ahí donde falta, se maximiza, gota a gota.


Y el Aguabus ANA recorre parques zonales, zoológicos, escuelas, centros comerciales y espacios públicos, con una frase que repite el guía: “el agua no viene del caño, viene de una cuenca”.

La singular unidad se estaciona por estos días en el parque de La Muralla, frente al río Rímac. En la puerta del vehículo, “Gotita”, el personaje de la Autoridad Nacional del Agua, invita a todos a pasar.

Una maqueta enseña a los visitantes lo que es una cuenca –una división territorial para la administración del líquido vital–. Los niños aprenden o recuerdan las lecciones sobre cómo el agua surge en las partes altas de las cuencas, producto del deshielo, de la lluvia y realiza el camino hacia las partes medias y bajas. Alimentando industrias y poblaciones. El mensaje es claro: no contamines los ríos, las lagunas. Debemos cuidar toda la cuenca.


Se da el dato que en el Perú cada persona consume a diario 250 litros de agua y que lo ideal es consumir 150 litros. Hay un indicador de “huella hídrica” que es interactivo y el visitante, llenando los datos en una pantalla, puede saber cuánta agua consume al día.
“El Aguabus es un espacio móvil, expositivo, informativo e interactivo, mediante el cual la ANA se acerca a la población de forma didáctica y lúdica, a fin de sensibilizar, educar y propiciar el cambio de actitud de la población para un buen uso y cuidado del agua”, explica Magdalena Güimac, responsable de Unidad de Cultura del Agua de la ANA.


Planeta de los niños


Otro mecanismo para concientizar a la niñez en la cultura del agua es la Política Nacional de Educación Ambiental, gracias al convenio de la ANA con el Ministerio de Educación (Minedu), que permite desarrollar programas y proyectos para fortalecer la educación ambiental.


“Bajo este marco, formamos docentes con la metodología El Planeta Azul: El Ciclo del Agua en los Sistemas Terrestres, de Unesco Israel, dirigido a docentes de inicial, primaria y secundaria, fomentando el estudio del ciclo del agua y de los sistemas terrestres, así como su interacción con los seres humanos. Es un método educativo de carácter participativo y vivencial”, comenta Güimac.


A la fecha, la ANA ha capacitado a más de 3,000 docentes promotores con la metodología El Planeta Azul, en diversas regionales del país, las que vienen repitiendo esta metodología.


Otro tema que se trabaja es el programa “Vigilantes del agua”, para promover el uso eficiente del recurso hídrico en las escuelas, comunidades e instituciones públicas y privadas, mediante brigadas escolares “que apoyan con las labores de sensibilización y control sobre el buen uso del agua”.


¿La ANA busca algunos cambios en el currículo nacional adicionales para afrontar los desafíos del cuidado del agua?, preguntamos.
“En coordinación con el Minedu, promovemos la incorporación en los planes educativos de los aspectos prioritarios de la Cultura del Agua y Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH). Se identifican las características de la cuenca hidrográfica, se analizan los lineamientos pedagógicos y matrices en la planificación de Programas Curriculares de la Educación Básica Regular. Y se desarrollan propuestas de incorporación de temas relevantes de la Cultura del Agua y gestión integrada de los recursos hídricos”, dice Güimac.

Comprometidos

¿Y la sociedad civil? Existen en el país más de 3,000 profesionales y tomadores de decisiones que se han capacitado como “comprometidos con el agua”, como parte de las actividades de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) en la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos, dirigida justamente a todos quienes están comprometidos, desde distintas instituciones, en la gestión de los recursos hídricos en el país. Ellos son nuestros Promotores de la Cultura del Agua.


“Como agentes de cambio, ellos (los promotores) contribuyen a incentivar y orientar a la población en la valoración, conservación y buen uso del agua. En este proceso, conjuntamente con el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace), se ha oficializado la ‘Norma de Competencia del Promotor de Cultura del Agua’”, explica la responsable de la Unidad de Cultura del Agua de la ANA.


Con el sector privado


A la vez, existe un pequeño grupo de empresas que también apuestan por el cuidado del líquido vital. Por ello, la ANA ha implementado el “Certificado Azul”, para que reconozcamos a esas empresas “hídricamente responsables”; es decir, “que logran cumplir los compromisos asumidos para la medición de su huella de agua, ejecución de un proyecto de reducción, y de valor compartido en agua. La inscripción es gratuita y de carácter voluntario”.


El año pasado, la Autoridad Nacional del Agua otorgó el Certificado Azul a dos firmas: Mexichem Perú S.A. (Planta El Agustino) y a Termoselva S.R.L. Tenemos ocho empresas en el proceso para obtener su certificado. Decíamos no son muchas, pero ellas podrán ser un ejemplo para las más grandes y las pequeñas.


20,000 personas han visitado el AguaBus en Lima Metropolitana desde 2015.


Fuente: El Peruano, 22 de marzo del 2018.