¿Se imagina un ceviche sin limón? El Senasa y los productores de cítricos permanecen alertas, sobre todo en la frontera norte, para estar preparados ante la llegada del "dragón amarillo" o HLB, una enfermedad bacteriana que afectaría seriamente la producción de los cítricos, en especial del limón.

MOMENTO ÁCIDO

 

AUTOR: José Vadillo Vila

Su nombre recuerda a las viejas cintas de kung-fu, “dragón amarillo”. Esta cruel enfermedad con nombre de karateca está a la vuelta de la esquina y puede hacer realidad la peor de sus pesadillas (gastronómicas): vivir sin cebiche ni pisco souer.

La Huanglongbing o HLB (su nombre científico) es una enfermedad bacteriana que afecta a las plantas cítricas. Por ahora no tiene cura y se ha detectado la presencia de su vector al otro lado de la frontera norte.

Jazmín prohibido

“Tenemos conocimiento de la presencia del insecto-vector Diaphorina citri en Ecuador. Por esa razón, el Senasa está hoy en alerta máxima en Tumbes y Piura”, dice la ingeniera Betty Matos, de la subdirección de análisis de riesgo y vigilancia fitosanitaria del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa).

Lo que aumenta este riesgo es el ingreso en contrabando de la Murraya paniculata, conocida como jazmín oloroso, naranja-jazmín o mirto, muy usada como complemento de los arreglos florales o como “cerco vivo”. Sin embargo, es el hospedero preferido del Diaphorina citri.

Ante ello, hay alerta máxima en el país. El Senasa hace un monitoreo fitosanitario permanente en la zona para detectar tempranamente al insecto-vector.

“Se supervisa todo lo que ingresa por la frontera, lo que ha permitido hacer decomisos del material de propagación. El problema con Ecuador es que tenemos una frontera abierta, lo que propicia la presencia de demasiados pases de contrabando”, dice.

Limón en riesgo

El Perú produce anualmente un millón 200,000 toneladas de cítricos. De ellas, 300,000 son de empresas de la Asociación de Productores de Cítricos del Perú. Procitrus representa más del 85% de las exportaciones de cítricos, principalmente de mandarina y, en menor escala, de naranja, toronja y limón.

El presidente de la asociación, Sergio del Castillo, recuerda que el mayor riesgo de una plaga del HLB en el Perú sería para el mercado nacional. Y el limón es el producto más vulnerable.

“Se creía que el HLB era para los cítricos dulces hasta que llegó a México, donde se vieron por primera vez los efectos en el limón. México tiene muy presente este cítrico en su gastronomía, solo lo supera el Perú. Se vio que la plaga es diez veces más agresiva con el limón. Entonces, si el HLB llegara al Perú, bajaría enormemente la producción de limón, que no tiene sustituto en el mercado local”, señala.

Bolsillos

Si bien el Senasa hace hincapié en que la enfermedad no es peligrosa para el ser humano, sí podría afectar la economía de los productores.

En el verano del 2017, con la presencia del Fenómeno El Niño Costero, no floreó el limón y se cortó su producción. El kilogramo subió hasta los 40 soles.

El gran temor es que el vector ingrese en las zonas limoneras, ubicadas en el norte, e infecte las plantaciones.

Del Castillo recuerda que en México los productores pudieron irse a otros lugares a cultivar el limón.

“En el Perú no tenemos esa posibilidad: solo se produce en las zonas de trópico seco, únicas en el mundo, que le dan las características a nuestro limón”, recalca.

Enfermedad en América

El HLB tiene muchos años de presencia en Asia y África. En América se detectó por vez primera en el 2004.

“Al 2018, podemos decir que está en la mayor parte de Estados Unidos, México, América Central, Colombia. Y causa graves estragos”, cuenta Betty Matos.

En Brasil afectó 40,000 hectáreas (el Perú tiene 60,000 hectáreas citricultoras). Gracias a que tienen cerca de un millón de hectáreas dedicadas a los cítricos se pudo controlar y sacrificar parte de la producción, pero se elevaron los costos de producción. Y Paraguay ha tenido que abrirse a las exportaciones.

“En Argentina y Uruguay saben manejar al insecto-vector, y lo mismo hacemos nosotros”, cuenta del Castillo.

Betty Matos recuerda que para el manejo de la enfermedad se tendría que elaborar un reglamento para empezar a producir en gran escala cítricos clonados en sistema de viveros. Y hay un alto costo del medioambiente porque habría que hacer “aplicaciones” muy frecuentes para bajar las poblaciones del insecto-vector.

Ante ello, el Senasa dicta charlas para crear conciencia en los agricultores y trabaja con los gobiernos regionales y locales para sacar una norma con el fin de evitar el ingreso de “material contaminado” de plantas ornamentales.

Porque el “dragón amarillo” llegará, tarde o temprano. Debemos estar preparados.

Trabajo mancomunado

Gracias a un convenio entre Senasa y Procitrus, sus profesionales se capacitan en diversos países en los que está presente la enfermedad para conocer mejor la sintomatología del insecto-vector y las experiencias de manejo de la enfermedad. En el país hay especialistas que realizan el monitoreo permanente para detectar tanto la presencia del Diaphorina citri como de la sintomatología del HLB en los cítricos. Para Sergio del Castillo, de Procitrus, el gran problema que tenemos es la informalidad. “En el norte tienen la costumbre de ir a Ecuador a comprar plantas de cítricos. Es sumamente peligroso porque si la planta está enferma y llega el vector, infecta a las otras”.

Senasa recomienda:

No traer plantas o sus partes de otros países sin la autorización correspondiente.

No utilizar mirto (jazmín oloroso) para decorar jardines o arreglos florales.

Inspeccione sus árboles de cítricos una vez al mes.

Coopere: los inspectores del Senasa podrían colocar trampas en sus campos de cultivos.

Compre árboles de cítricos únicamente en invernaderos autorizados.

Use solo yemas registradas con documentación de origen.

Ponga a secar o deposite las podas de plantas en doble bolsa antes de deshacerse de ellas.

Dar aviso a Senasa de su localidad si observa síntomas o presencia del insecto transmisor.

 

Conozca más del insecto Diaphorina citri

Sus huevecillos son amarillo-anaranjados brillantes; se encuentran en grupos en las hojas más nuevas.

Las ninfas (juveniles) son de color naranja opaco, pequeñas y se acomodan muy planas contra las ramas y hojas.

Los adultos son

insectos pequeños, menos de 4 milímetros, color café. Pueden volar y se alimentan hasta casi tocar la superficie de la hoja.


Publicado por: El Peruano, 08 de junio del 2018.