CHIMBOTE

 

La bella "caleta de pescadores" ofrece actividades inolvidables. Desde el tradicional vivero forestal hasta las loberas, la reciente atracción de esta parte norte del país que se suma a la ruta de San Pedrito.

Si es fin de seamana y la familia se reúne para un reencuentro prenavideño, los chimbotanos seguramente se dirigirán a pasar el día al vivero forestal.

Se trata de uno de los principales y tradicionales atractivos turísticos de la capital de la provincia del Santa, que fue declarado patrimonio ecológico de la ciudad de Chimbote.

Son cerca de 50 hectáreasn de terreno poblado por árboles, donde los grandes tienen espacio para caminar, comer rico o pasear en sus lagunas sobre botes pedalones; y los chicos pueden disfrutar de los juegos cada uno más divertido que el otro como, por ejemplo, probar la adrenalina montado en un chachicar o mantener el equilibrio sobre un movedizo toro mecánico.

Entornos real y virtual

A una hora de viaje, desde Chimbote, puede disfrutar de las aguas de Tortugas, una exquisita playa de la provincia de Casma; y dos horas después se encontrará Tuquillo, otra buena opción de playa en Huarmey.

La producción de la ruta de San Pedrito está a cargo del colectivo Chomboteros, presidido por David Aguedo Roncal.

En enero, en la plaza de Armas se presentarán las fotos y un documental de la ruta de San Pedrito 2019. Y se lanzará la plataforma digital con la ruta en internet.

Encuentro con lobos

Otro cotacto con la naturaleza norteña que se ha convertido en el boom de la región es la visita a las loberas. Se trata de un hábitat natural en la había El Ferrol, donde viven tres familiar de lobos marinos, en un territorio aproximado de cinco kilómetros de extensión.

Para llegar a ellas se requiere menos de una hora y demás está decir que el disfrute está asegurado. Desde el recorrido por el mar, hasta el hecho de ver y tener tan cerca a este curioso mamífero, que suele dormir de día y tener más de una docena de parejas, la experiencia es inolvidable.

Y ya que está por las loberas, no puede dejar de bañarse en las aguas de la playa La Caleta, ubicada a 20 minutos después de las loberas. Todos coinciden en que es una playa muy atractiva para el turismo, que se caracteriza por tener aguas muy apacibles, sin olas que asusten.

Isla Blanca

Otro de los atractivos de Chimbote es la isla Blanca, cuyo nombre, dicen los especialistas, se debe por lo blanco del guano de las aves que la visitan. De hecho, es hábitat y refugio de varias especies de aves guaneras, entre ellas pelícanos y gaviotas, y existen también algunas lagartijas que se alimentan de las garrapatas de las aves.

Llegar a ella supone media hora de viaje por sus aguas desde la bahía de Chimbote, y ya que llegó allí, de yapa, dese la oportunidad de contemplarel paisaje apostado en la playa Las Conchuelas, llamada así porque su arena es, literalmente, formada por conchitas molidas.

Otra opción es la subida al cerro de la Juventud. se trata de un mirador ubicado muy cerca de la carretera Panamericana Norte, frente a la ciudad de Chimbote y cuya gran cruz, que se ve desde muy lejos, mide 25 metros de alto.

Fue construida en 1986 y trsladada hasta su actual ubicación por 27,000 jóvenes que subieron con los materiales que la componen desde las faldas del cerro, durante 11 días.

Si bien es un mirador desde el que se puede contemplar toda la ciudad, en fechas especiales es posible disfrutar de un reñido festival gastronómico y conocer las bondades culinarias de la región.

Acá podrá proar la contundente causa chimbotana, plato auténticamente regional a base de pescado, cuyo bastión se localiza en Vinzos y en otros lugares de la región: el combinado, ese encuentro del tallarí, ceviche y papa a la huancaína que describe bien el concepto fusión.

Es una preparación generosa, muy consumida en el lugar y por quienes lo visitan. También hay una nutrida muestra de cócteles y postres elaborados con productos de la región. Todo un espectáculodel sabor en las alturas de Chimbote.

La ruta de San Pedrito

Dicen que todo chimbotano que se respeta celebra la fiesta de San Pedrito. Por eso, la última semana de junio de cada año, los chimbotanos que viven en este distrito de la provincia del Santa y aquellos que están en el interior del país o en algún lugar del mundo, suelen darse un salto para participar de la procesión de San Pedrito, que se realiza en las aguas del puerto. es una celebración que une a la familia, a los amigos y renueva el espíritu de la gente de Chimbote.

Para el turista que llega por esta fecha, desde este año se ofrecen diversas actividades en las que puede participar, y que van desde lo religioso hasta lo ecoturístico y recreativo. A esta experiencia de varios días de duración se le llama La ruta de San Pedrito.

El día central

La actividad principal de esta ruta es, sin duda, la procesión en el mar. Se realiza el 29 de junio, Día de San Pedro y San Pablo. Desde muy temprano, docenas de barcos, lanchas y botes se llenan de feligreses y turistas que acompañarán a San Pedro por el mar de la bahía de chimbote.

El aptrón de la ciudad va en el barco principal, que zarpará muy temprano. Son casi cuatro horas de marcha por las aguas de este distrito norteño, en el que recibirá los cánticos, vivas y oraciones de quienes lo acompañan en als embarcaciones procesionales.

Es una actividad religiosa tradicional, en la que hasta hace poco solo podían participar las autoridades oficiales y algunos invitados o suertudos que conseguían un espacio para subirse a un hotel. Pero eso ya es historia, pues los organizadores de la ruta de San Pedrito han posibilitado que el turista que quiera participar y que adquiera su boleto, acompañe al santo en todo su camino procesional.

Ahora que ya lo sabe, está a pocas semanas de adquirir su boleto para participar de las actividades que ofrecerá la ruta de San Pedrito 2020.

Chimbote lo aguarda, no pierda esta ocasión de degustar esa causa marina y de rendir cuentas al santo patrón.


 

Fuente: El Peruano