INFRAESTRUCTURA PARA MASIFICAR EL GAS NATURAL: ¿QUÉ FALTA?

 

Nos encontramos frente a una coyuntura compleja en varios aspectos. Uno de ellos es el incremento de los precios de los combustibles, el cual tiene un importante efecto en nuestra economía y en los bolsillos de los ciudadanos. Sin embargo, hasta ahora, las medidas adoptadas por el gobierno no son suficientes para paliar en algo esta situación que afecta a todos los sectores.

En este contexto, estamos dejando de lado que, a diferencia de las gasolinas y el diésel, tenemos en el gas natural un combustible alternativo abundante en el Perú que no requiere importarse para atender nuestro mercado y cuyo precio no está sujeto a los vaivenes de los precios internacionales. Lamentablemente, debido a la falta de inversión en la infraestructura necesaria, actualmente no podemos aprovechar el abundante gas natural para que más ciudadanos puedan beneficiarse.

Existe consenso en que uno de los principales problemas del país es la brecha de infraestructura en la mayoría de los sectores de nuestra economía, la cual, por diversas razones, no ha podido ser reducida a la velocidad requerida para brindar servicios de calidad a los ciudadanos, no necesariamente por la falta de planes o proyectos para ejecutarse. En el caso específico del gas natural, hemos tenido varios intentos de desarrollar diferentes infraestructuras, pero hasta ahora, estos proyectos lamentablemente no se han podido concretar. Por un lado, tenemos los proyectos para distribuir el gas natural en las regiones de la sierra, que en dos oportunidades quedaron truncos y, por otro, el proyecto del gasoducto al sur, que tampoco se pudo concretar a pesar de existir un nodo energético que sería parte de su demanda base.

Si lo vemos desde el punto de vista de la planificación, el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad del MEF, considera entre las infraestructuras estratégicas para la competitividad, las redes de distribución del gas natural en la sierra y el Sistema Integrado de Transporte de Gas Zona Sur (SITGAS). A eso debemos agregar el reciente Informe de la Comisión Multisectorial sobre gas natural, que identificó la importancia de desarrollar la infraestructura necesaria para masificar su consumo.

¿Qué falta?

Falta una decisión clara y firme del Estado de aprovechar los recursos naturales que tenemos para el bienestar del país y mejorar nuestra competitividad. En esta coyuntura, consideramos que la infraestructura necesaria para masificar el gas natural debe desarrollarse a través de acuerdos Gobierno a Gobierno (G2G), por ejemplo, para completar la construcción de un gasoducto que transporte el gas natural al sur del país y, así, poner en valor recursos que hoy nos vemos obligados a reinyectar. Para ello se debe tomar una decisión sobre el destino definitivo de los activos del anterior proyecto (por los que estamos pagando aproximadamente US$ 50 millones anuales para su conservación). Paralelamente a la construcción del gasoducto, debería organizarse un concurso internacional para concesionar su operación y mantenimiento a una empresa privada de reconocida experiencia en esta actividad, bajo la supervisión del Estado de acuerdo con los términos y condiciones de un buen Contrato de Concesión.

Asimismo, debemos acelerar los proyectos de redes de distribución de gas natural en regiones que cuenten con disponibilidad de este recurso e infraestructura de transporte (como es el caso de Ayacucho y Ucayali), lo cual ha sido identificado en el Informe del Comité Multisectorial y que el Minem viene impulsando, pero debería ser más proactivo para ejecutar estos proyectos. Para ello, debido a la baja demanda actual, creemos que también sería recomendable utilizar un Acuerdo G2G para la construcción de la infraestructura (que puede ser financiada con recursos del Fondo de Inclusión Social Energético -FISE) y luego concesionar la operación y mantenimiento de las redes de distribución a empresas privadas a través de concursos públicos internacionales a cargo de Proinversión.

No debemos seguir desaprovechando la ventaja que aún tenemos de contar con gas natural abundante y a un precio muy competitivo. Masifiquémoslo para que así más familias migren del GLP al gas natural, para que el transporte migre a este recurso y también para impulsar proyectos industriales que puedan utilizar el gas natural como insumo en reemplazo de productos más caros y menos amigables al medio ambiente. Para todo ello, la toma de decisiones y acción del Estado y el involucramiento del sector privado es fundamental.

Autor: Eduardo Guevara/Juan José Cárdenas. Publicado por: Gestión, 28 de abril del 2022.