TECNOLOGÍAS DE RIEGO: UNA OPORTUNIDAD DE CRECIMIENTO

 

 

En el inicio del 2022, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU entregaron la evaluación sobre el escenario a escala mundial. El documento sostiene que los impactos negativos de la crisis climática son “irreversibles”. Para el productor agropecuario, estos efectos hacen parte de sus desafíos cotidianos: menos disponibilidad de agua de calidad para regar, temperaturas extremas, cambios en los ecosistemas y la necesidad de usar nuevas estrategias productivas para hacer frente a este escenario.

Si bien el diagnóstico climático no es alentador, estos nuevos desafíos han puesto de manifiesto que la tecnología es una aliada fundamental. Los softwares, la big data y la inteligencia artificial han llegado a la agroindustria para ser nuevos grandes aliados del productor frente al cambio climático.

En promedio, en la agricultura se utiliza el 70% del agua potable que se extrae en el mundo, y las actividades agrícolas representan una proporción aún mayor del “uso consuntivo del agua” debido a la evapotranspiración de los cultivos.

Con una crisis climática de efectos irreversibles, el problema de la escasez hídrica comienza a ganar un lugar cada vez más grande en la agenda del sector productor de alimentos. Afortunadamente, a partir de los avances tecnológicos es posible detectar las necesidades específicas de riego de cada productor y diseñar un plan de trabajo customizado que entrega soluciones tangibles para los agricultores.

Como emprendedor, he tenido la oportunidad de conversar con productores de Argentina, Chile, México, Guatemala y Perú. Todos altamente afectados por el cambio climático y la escasez hídrica, pero también con la certeza de que la tecnología será su gran aliada en estos desafíos. Quienes han incorporado herramientas tecnológicas a sus procesos productivos comprobaron que es posible una producción más sostenible sin ir en desmedro de la calidad. Es posible ahorrar recursos, disminuir costos, reducir el impacto ambiental y cultivar alimentos competitivos en los mercados globales.

Es una certeza: el cambio climático nos empuja a ser innovadores. Si trabajamos para optimizar el uso de los recursos y lo hacemos de manera permanente, puede ser una oportunidad para que todos valoremos el agua y la usemos de forma responsable.

La tecnología y la agricultura ya han demostrado que tienen puntos en común y que son fundamentales en la protección del planeta y las personas. Para evitar una crisis mundial, debemos cambiar la forma en que usamos y gestionamos el agua. Usemos todas las herramientas disponibles.


Autor: Rodrigo Tissera. Publicado por: El Peruano, 21 de mayo del 2022.