EL RÍO CHILLÓN AGONIZA A CAUSAS DE LA GRAVE CONTAMINACIÓN

 

 

El agua esposa y oscura, con una tonalidad rojiza, la gran cantidad de basura y un intenso olor, parecido al del combustible o el azufre, advierten que la desembocadura del río Chillón puede ser todo menos un sitio seguro. En el 2020, El Comercio publicó un artículo sobre lo preocupante contaminación en esta zona. Dos años después, el panorama sigue siendo el mismo.

Las exigencias de Canta

Desde hace unos diez días, vecinos de Canta impiden el acceso a la vía Lima-Canta Hayllay a vehículos de carga minera y de transporte.

Pero a partir de este lunes, el bloqueo será para todo tipo de vehículo.

De acuerdo con ellos, el derrame de 34 toneladas de concentrado de zinc en el río Chillón, que pasa por esta provincia, ha causado que se paralice la comercialización de la truca, un recurso importante para el desarrollo turístico de Canta.

"Todas las piscigranjas, por orden de Sanipes, del Ministerio de la Producción, debido a la contaminación por zinc, no pueden vender sus truchas", sostuvo Elmer Páez, del Frente de Defensa de Canta. Asimismo, recalcó que del río Chillón salen más de 25 canales de riego para la agricultura. "Mientras no hay una solución a este problema, se han cerrado las bocatomas", indicó.

El pasado miércoles, un grupo de representantes de los vecinos de Canta dejó en el Palacio de Gobierno un documento donde solicita al Ejecutivo una mesa de diálogo. Sin embargo, señaló Páez, hasta la fecha no han recibido respuesta alguna.

El representante de este frente comentó que trataron de entregarle, sin éxito, este documento a la primera dama Lilia Paredes, quien visitó ayer San Buenaventura, en Canta. "No nos dejaron pasar, nos botaron", señaló.

Respecto al derrame en sí, Sedapal evaluó la calidad del agua en siete puntos del río Chillón y detectó que en Chullhuay hubo un incremento de 70,8 veces de este mineral. El monitoreo se llevó a cabo el 16 de junio.

Asimismo, informes preliminares hechos por el OEFA,a partir de muestras tomadas entre el 14 y 17 de junio, encontraron una superación del valor establecido para plomo total en dos puntos de muestreo. No se observó superación para el parámetro de zinc total.

Para Juan Carlos Castro, docente de posgrado de la Universidad Científica del Sur (Ucsur), si bien el zinc tiene un grado de toxicidad bajo, se bien el zinc tiene un grado de toxicidad bajo, se tiene que evaluar el impacto en el ecosistema acuático y los riesgos asociados.

Un río moribundo

Pero el mayor peligro en el Chillón se ubica en su desembocadura, que da a la playa Márques, en el límite del Callao con Ventanilla.

Un análisis de la calidad de agua en la desembocadura, realizado en el 2020 por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, reveló un nivel de coliformesn totales, un grupo de bacterias, que excede 12 veces los límites máximos permisibles para aguas recreacionales.

"Los problemas que afectan principalmente el río Chillón son la contaminación por aguas residuales domésticas y la disposición de los residuos sólidos", explicó Castro.

De acuerdo con el especialista, al río también se vierten aguas residuales industriales, que llevan insumos químicos o combustibles, así como desechos agropecuarios o de criaderos de porcinos. Y eso puede generar el fuerte olor que se siente en la desembocadura.

Sobre el color rojizo, Castro indicó que eso puede deberse a productos químicas, metales o sulfuros.

En el artículo publicado hace dos años por este Diario, se reveló que la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) Puente Piedra, de Sedapal, contaminaba el río, pues vertía a este aguas residuales.

En ese entonces, Sedapal dijo que la PTAR Puente Piedra había excedido su capacidad debido al "rápido y no planificado avance urbano". Pero sostuvo que la solución iba a ser la construcción de un colector de 20 kilómetros que trasladaría parte de esta agua a la PTAR Taboada.

El Comercio solicitó a Sedapal información sobre el proyecto, pero hasta el cierre de esta edición este pedido no ha tenido respuesta.

Hay pruebas de que, por lo menos, hasta el mes de marzo las cuatro puertas de bronce del Monumento a los Héroes del 41, ubicado en el Campo de Marte, permanecían en su sitio.

Después de eso, ninguna autoridad ha explicado qué pasó con las puertas de por lo menos 150 kilos cada una que desde hace 78 años resguardaban la parte interna del monumento que rinde homenaje a los caídos durante la Guerra con Ecuador de 1941.

Sandra Guilliana Roca Prieto, vecina de Jesús María y una de las primeras en denunciar lo ocurrido ante la comisaría el 8 de junio, sostiene que han solicitado explicaciones al alcalde distrital, jorge Quintana, pero hasta ahora no reciben respuesta pese a que el pedido incluyó la firma de 200 vecinos. También han remitido cartas al Ministerio de Cultura, CCFFAA, al comandante general del Ejército, a la división de delitos patrimoniales de la PNP, al Congreso y hasta la asociación de vencedores de la campaña del 41. "Hemos presentado la denuncia a todas las partes habidas y por haber porque es inadmisible que esto haya ocurrido a vista y paciencia de la municipalidad", dice a este Diario.



Fuente: El Comercio, 26 de junio del 2022.