Por una sociedad ecológica e inclusiva

 

Por Irina Bokova

¿Qué tipo de sociedad necesitamos para gozar de un desarrollo sostenible? Este es el interrogante que cada día se plantea un mundo que está cambiando con rapidez. Las catástrofes naturales nos recuerdan que nuestras comunidades son vulnerables. El cambio climático afecta a nuestras sociedades. La diversidad biológica desaparece a un ritmo inédito en la historia geológica, debido principalmente a la actividad humana. Y las presiones derivadas de la crisis económica mundial se están agudizando. Este es el interrogante que el año próximo debe plantearse en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible – Río+20.
Una parte de la respuesta vendrá de la ciencia, elemento primordial de la hoja de ruta que la UNESCO llevará a Río para aprovechar al máximo el poder transformador de la educación, la ciencia, la cultura y los medios de comunicación. Nuestra postura es clara: para lograr un desarrollo sostenible debemos generar 'sociedades ecológicas' integradoras y equitativas, así como 'economías ecológicas'.
Ambas deben correr parejas. Tal es nuestro mensaje, hoy 10 de noviembre, Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo 2011, que se celebra bajo el lema: Rumbo a sociedades ecológicas: equidad, inclusión, participación.
Las sociedades ecológicas deben ser entidades del conocimiento, que utilicen la ciencia para discernir los nuevos problemas y afrontarlos de manera innovadora. Para ello es preciso movilizar y dar carácter integrador a la ciencia.
Estos objetivos guían a la UNESCO en toda su labor. Trabajamos con los países para crear capacidades científicas, tecnológicas y de ingeniería y para establecer redes internacionales. Colaboramos con gobiernos de todo el mundo, en especial en África, para reforzar los marcos nacionales de políticas de ciencia, tecnología e innovación. Estamos a la cabeza de la labor de la comunidad internacional en ciencias del mar y del agua dulce, gracias a la excepcional aportación de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental y el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO.
Las sociedades ecológicas deben ser inclusivas. Debemos prestar oídos a todas las voces y beber en todas las fuentes de experiencia, incluso el saber local e indígena.
La UNESCO trabaja para hacer participar a las niñas y mujeres en la creación de conocimiento científico. Encabezamos el Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2005–2014), cuyo objetivo es promover las actitudes y conductas necesarias para instaurar una nueva cultura de sostenibilidad.
En nuestro quehacer prestamos especial atención a los pequeños estados insulares en desarrollo. Nuestro empeño es aprovechar el acervo de conocimientos de la red mundial de reservas de biosfera y nuestros sitios del patrimonio mundial de la UNESCO. Debemos definir los vínculos que existen entre la diversidad cultural y la biológica y sacarles partido.
Necesitamos generar una sociedad más ecológica también a escala mundial, lo que exige democratizar la creación y los logros de la ciencia en beneficio de todos y, asimismo, reducir las disparidades existentes entre los países en cuanto a promoción y utilización del saber científico.
Todo ello es lo que la UNESCO llevará a la Conferencia Río+20. El 2012 deberá representar una coyuntura decisiva rumbo a sociedades ecológicas, basadas en un desarrollo integrador y equitativo de la ciencia en provecho de todos. Tal es nuestro mensaje para el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo 2011.