Siete consejos ecológicos anticrisis

Por  Giacomo Bernandi


Los consumidores ecológicos ahorran dinero sin perder confort y, de paso, ayudan al medio ambiente.

Frente a la crisis, siete consejos ecológicos para ahorrar dinero sin reducir calidad de vida. Con ellos, los consumidores pueden gastar menos en las facturas del agua o la energía, el transporte, el consumo de productos o en los momentos de ocio y, de paso, contribuir a conservar el medio ambiente.

1. Ahorrar agua y energía:

Reducir las facturas de ambos bienes sin perder confort es posible y, de paso, ayuda al medio ambiente. Diversos hábitos y sistemas eficientes disminuyen el consumo de agua, como ducharse en vez de bañarse o evitar la pérdidas de los grifos. El agua embotellada supone un gasto y diversos impactos ambientales evitables con el agua del grifo , que en España tiene suficiente calidad. Una botella reutilizable o un termo, útil también para el café, es una buena inversión. Consumir menos energía es factible con varias medidas: no abusar del aire acondicionado o de la calefacción, combatir el frío el calor de forma ecológica, tener electrodomésticos de alta eficiencia energética (superiores a la clase A), desactivar el "stand by" de los aparatos electrónicos, usar bombillas de bajo consumo, instalar un buen aislante térmico en la vivienda, hacer la colada de forma ecológica, etc. Estas medidas suponen una inversión inicial que consiguen importantes ahorros de dinero al cabo de unos años. Las instituciones ofrecen ayudas para la instalación de sistemas ecológicos y se puede aprovechar algún Plan Renove, como el de electrodomésticos, fachadas, ventanas, etc., para que este gasto sea menor.

2. Compartir coche y garaje:

Uno de cada dos españoles tiene automóvil . Si no queda más remedio que utilizar este medio de transporte, compartir coche y garaje reduce gastos y contaminación. Mantener el vehículo en perfectas condiciones, como los filtros en buen uso o los neumáticos bien hinchados, puede ahorrar unos 110 euros al año, mientras que conducir de forma eficiente contamina menos y ahorra entre un 10% y un 20% de combustible.

3. Consumir de forma sostenible:

Asumir las siete erres del consumidor ecológico , comprar lo necesario y no dejarse influir por modas o publicidades agresivas, comparar productos para elegir la mejor relación precio-calidad, intercambiar productos o buscarlos de segunda mano, consumir productos locales y de temporada, no abusar de la carne, etc., nos ayuda a ser más ecológicos y ahorrar importantes cantidades de dinero.

4. Desplazarse en bicicleta y transporte público:

Reemplazar el automóvil por la bicicleta o ir a pie , además de ser más sano, puede ahorrar en gasolina una media de 1.300 euros anuales, sin olvidar los gastos asociados al coche (seguros, mantenimiento, impuestos, etc). Si no es posible, el transporte público es la siguiente opción más ecológica y económica.

5. No malgastar la comida:

La tercera parte de los alimentos producidos en el mundo para consumo humano ( unos 1.300 millones de toneladas anuales ) se pierden o desperdician, según la ONU. Se pueden seguir diversas pautas positivas para el medio ambiente y nuestro bolsillo, como estudiar la lista de la compra para no excederse con los productos, sobre todo los más perecederos, organizar en casa los alimentos de manera que se consuman todos, tirar los alimentos solo si están de verdad en malas condiciones y consumirlos antes de que se pase la fecha de caducidad congelar los alimentos para alargar su vida.

6. Utilizar productos ecológicos y caseros:

Hacer en casa nuestros propios productos ahorra dinero y es más ecológico y saludable. Con ingredientes básicos como limones, agua o huevos se pueden fabricar de forma sencilla productos de limpieza o de belleza. Cultivar un huerto urbano permite lograr un acopio extra de alimentos frescos y locales y ahorrarse unos euros.

7. Valerse de buenas ofertas de ocio ecológico:

Se puede buscar (y solicitar a las instituciones si no las hay) actividades gratuitas o muy económicas relacionadas con el medio ambiente en nuestra ciudad , ir a la biblioteca o compartir con amigos y familiares libros, películas o documentales sobre medio ambiente, colaborar con alguna ONG o iniciativa de voluntariado ambiental, etc. La propuesta de turismo ecológico cada vez es mayor y se pueden encontrar ofertas si se busca bien. Las vacaciones también pueden ser ecológicas y de bajo coste tanto en la propia ciudad como fuera.