Mensajeros Ecológicos

Por Alex Fernández  Muerza

Los mensajeros ecológicos no son más caros, proponen un servicio personalizado y más rápido, fomentan el cuidado del medio ambiente y la salud, y son una forma de autoempleo "verde". Diversas empresas, a golpe de pedal con sus bicicletas, dan servicio a sectores diversos, como agencias de viajes, notarios o restaurantes, en las principales ciudades de España. No obstante, sus defensores reconocen estar lejos de los países más adelantados del mundo, donde entienden la bici mensajería como el sistema más idóneo para las ciudades.

No son más caros: cuentan con servicios y tarifas iguales o más competitivas que las convencionales, según Marcial Hernández, uno de los responsables de Sobre2ruedas, empresa de mensajería ecológica con sede en Málaga. Al utilizar bicicletas, no pagan combustible (cada vez más caro) y el coste de mantenimiento es mucho menor que el de un coche o furgoneta. Además, estas empresas se han agrupado en una asociación y firman acuerdos con compañías más importantes del sector.

Aseguran un servicio personalizado y más rápido: además de realizar los servicios cotidianos de cualquier mensajería, ofrecen otros adaptados a la necesidad de cada cliente. El responsable de Sobre2ruedas afirma además que la velocidad de respuesta para recoger y entregar un paquete siempre es menor que en un vehículo convencional: se mueven mejor por la ciudad, aparcan más fácil, etc.

Fomentan el cuidado del medio ambiente y la salud: la bicicleta no implica las emisiones contaminantes ni los gases de efecto invernadero de los vehículos de combustible. Además, según Hernández, se cuidan todos los procesos utilizados para que sean ecológicos (papel reciclado, facturas con beneficios por la Responsabilidad Social Empresarial, etc.), se hace la ciudad más humana y habitable, se fomenta un estilo de vida saludable y se conciencia a la sociedad sobre el reto de las energías sostenibles.

Son una forma de autoempleo "verde": la mensajería ecológica no requiere una inversión muy elevada y puede ser una buena salida profesional para personas jóvenes. Además de las entregas de paquetes, pueden realizar otros servicios para ampliar sus posibilidades empresariales. Hernández explica que en la actualidad trabajan en un proyecto de bici taxis "100% ecológicos".

Dónde contratar una empresa de mensajeros ecológicos:

Los posibles interesados en contratar una bici mensajería son empresas muy diversas: agencias de viajes, hoteles, notarios, abogados, asesorías, gestorías, dentistas, protésicos dentales, empresas de mantenimiento y reparación, Administración pública, bancos, restaurantes, aseguradoras, etc.

Para todos ellos, contratar este tipo de servicios es cada vez más sencillo. Según Hernández, en casi todas las capitales de provincia o principales ciudades del país hay empresas de este tipo. Una forma sencilla de localizarlas es a través de Internet, al teclear en algún buscador el nombre de la ciudad más las palabras"mensajeros ecológicos" o "mensajeros en bicicleta". La Agrupación de Mensajerías en Bicicleta  informa en su página web sobre la forma de contactar con sus asociados.

La mensajería ecológica gana terreno en todo el mundo:

La bici mensajería es una práctica que cuenta cada vez con más usuarios en todo el mundo. Hernández asegura que la mayoría de países y las sociedades entienden este servicio y este vehículo como el más idóneo para las ciudades.

En España, según el responsable de Sobre2ruedas, las empresas más consolidadas tienen más de veinte años de experiencia. En su caso, tras seis años, cuentan con una cartera de unos 290 clientes. No obstante, los países mas avanzados inventaron y desarrollaron la bici mensajería: Estados Unidos, Noruega, Holanda, Alemania, Inglaterra, Suecia, Suiza, Finlandia, Dinamarca y Francia, entre otros.

Una forma curiosa de dar a conocer y promocionar este servicio ecológico son los campeonatos de mensajeros en bici. Hasta la fecha, se han organizado más de una docena a nivel europeo y mundial. En España comenzaban su andadura en 2009 con el primer campeonato ibérico, celebrado en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). En estos concursos se simula un entorno urbano en el que sus participantes tienen que hacer las entregas en el menor tiempo posible.