En nombre de la ecología

 


Por: Raúl A. Roldán

El hombre, y con mayor medida en estos últimos tiempos salvo raras excepciones, antepone sus razones personales e intereses en defensa de alguna causa en particular, limitándose solo a ellas, sin analizar consecuencias ni ver mas allá de las mismas.

Con este tipo de actitudes, muchos terminan rasgando sus vestiduras como políticos, hombres de negocios, autoridades etc. sino basta recorrer la gráfica diaria y los distintos medios de comunicación para comprobarlo.

El advenimiento de la “Ecología” en defensa del Medio Ambiente, mas que ayudar en el buen sentido a mejorar la vida en este Planeta, parece haberse transformado en arma o herramienta de distintas corrientes “Seudo ambientalistas”, donde el humano pasa a convertirse en el último eslabón en la lista de la Creación, “llámense árboles, sapos, hormigas etc.” como definiera en su página Web Eduardo Ferreyra, Presidente de FAEC (Fundación Argentina de Ecología Científica).

Es a veces mas importante la caída de un viejo árbol sobre una vivienda o vehículo en ruta, poniendo en peligro la vida de sus ocupantes, que su tala y reemplazo, por trabas de algún órgano gubernamental protector del ecosistema a pesar de solicitudes y denuncias para prevenir consecuencias.

La “Ecología” pasó a convertirse en un excelente “Negocio” para organizaciones que dicen llamarse “Ecologistas” a las que rinde “pingües” ganancias la solicitud de una “enmascarada” magra colaboración monetaria , sin ningún tipo de control fiscal y haciendo caer a incautos que obran de buen corazón.

Actividades políticas y grandes intereses económicos parecen moverse “Colgados” de la Ecología, pero atender las verdaderas necesidades del hombre ....“Nada”.

El “Homo Sapiens”, en sus orígenes, se encontró sobre la faz de la tierra con elementos que la Creación le otorgó para su subsistencia y desarrollo y desde entonces en el tiempo creó medios industriales que lo proveerían de todo lo necesario , ya en Medicina, Alimentación etc. ; Ahora parecería que iniciamos el camino regresivo gracias a los “Preceptos Seudo Ecologistas” que pretenden llevarnos nuevamente a los orígenes, volver al uso de la “pizarra” en escritura al impedir desarrollar las Industrias papeleras, forestales, Minera o la Metalurgia para fabricar una simple herramienta aduciendo contaminación , (a pesar de los adelantos para evitar los efectos nocivos); El Terreno Natural pasaría a ser nuestra mesa, silla o cama ya que la fabricación en metal estaría prohibida y de madera ¡ni que hablar!, la tala de bosques es un problema Ecológico. Si bien todo esto suena a infantil, parece que muchos, con sus actitudes y programáticas bajo este enfoque, nos llevan de la mano por el camino del “Subdesarrollo” tercermundista impuesto y ya logrado, invocando como solución al problema, proveerse de lo necesario “importando” a cualquier costo aunque tengamos en casa. El mal a la Ecología es igual en cualquier parte, pues el mundo es uno solo y todos vivimos en el.

Las Universidades, Instituciones Científicas y personas de nuestro medio con dedicación a la ciencia , que gozan de merecido renombre internacional, adjudicatarias de premios y menciones muy importantes (salvo algún pseudo Nóbel) , han llegado con acierto a determinar que es bueno o malo en la vida del ser humano, para ello existen foros donde, a nivel científico, se discuten los temas que requieren soluciones urgentes, tanto en los problemas Ecológicos y otros. Como indica el refrán, “Todo tiene arreglo en esta vida”, ya que la tecnología se actualiza continuamente mejorando y optimizando los métodos de tratamiento y “Gestión”. 

Todos tenemos derecho a opinar pero “No de oído”. Los razonamientos no apoyados en la ciencia permiten el riesgo de caer en trampas que, como vemos, los mezquinos imponen por medio de la “Mal Información” hasta convertirnos en Egoístas para con nuestra propia vida y comunidad, frenando fuentes de sustento, bienestar y progreso de un País en nombre de la Ecología a la que muchos utilizan para sus propios intereses de los cuales es muy difícil desenmascarar y defenderse.