El solitario Jorge, la última tortuga gigante de su especie que habita en las 
islas Galápagos, logró aparearse a los 105 años y tres de los huevos con sus 
primeras crías están bajo celosa observación, dijeron este lunes las autoridades 
ecológicas de la reserva ecuatoriana. 
Jorge es el último sobreviviente de la especie de tortugas conocida 
científicamente como "Geochelone Abigdoni", originaria de la isla Pinta, y su 
inapetencia sexual se había convertido en un enigma para los científicos, 
recordó el Parque Nacional Galápagos (PNG). 
Con unos 105 años de edad aproximadamente, el quelonio convivía con dos hembras 
desde 1993, pero hasta la fecha no había revelado ningún interés reproductivo y, 
por el contrario, se había mostrado agresivo. 
Sin embargo, su comportamiento varió sustancialmente hace dos semanas y una de 
las compañeras, identificada con el número 107, puso nueve huevos que fueron 
descubiertos este lunes por los guardabosques. 
"Antes Jorge agredía a sus compañeras y era muy territorialista, por lo que 
incluso se tenía que colocar su alimento independiente del de las hembras, pero 
ahora las acepta y comparte con ellas", afirmó Fausto Llerena, guardaparque de 
Galápagos. 
De los nueve embriones descubiertos en el nido sólo tres están intactos, cuatro 
aparecieron rotos y dos presentan fisuras. Los huevos fueron puestos en 
incubadora, y "se tendrá que esperar entre 120 y 130 días para saber si son 
fértiles", indicó el PNG. 
En caso de que se concrete la reproducción, "tendrán que pasar varias 
generaciones (genéticamente hablando) para" lograr descendencia pura de la 
especie de Jorge. 
Y esto "implicaría siglos, considerando la longevidad de las tortugas y lo 
tardío de su madurez sexual", estimaron los especialistas citados por el Parque.
Se cree que las tortugas gigantes pueden vivir hasta 200 años. Los quelonios dan 
nombre a las islas Galápagos, declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad hace 
tres décadas.