OPINIÓN: Eduardo Jiménez. Analista de Macroconsult

BOLSA DE SHANGHÁI: ¿EVENTO AISLADO O SEÑAL DE ALGO PEOR?

 

"Antes de que China iniciara su lento proceso de desaceleración, se decía que el sector inmobiliario chino gestaba una burbuja"

 

La caída de la bolsa de valores de Shanghái implicó una destrucción de riqueza de US$ 3.9 billones, la peor baja de las últimas dos décadas. Desde octubre del 2014, cuando dicha bolsa inició su acelerada subida, se acumuló una variación de 115%. La explicación se encuentra en el tipo de operaciones que las autoridades permitieron: aquellas con cuentas de margen, que implican prestarse dinero para comprar acciones, crecieron de manera acelerada. De hecho, en la actualidad, la deuda relacionada con esas cuentas asciende a US$ 232,000 millones.

Como parece obvio, el sistema de inversión mediante cuentas de margen solo funciona mientras el precio de las acciones esté al alza. Así, en la medida que se comienzan a ejecutar las ganancias generadas, las acciones inician una correción que provoca que los precios caigan rápidamente, haciendo insostenible el manejo de las cuentas de margen. Desde el 12 de junio y el 8 de julio, la bolsa cayó 32%. Así, podemos calificar que lo que se gestó en la bolsa de Shanghái entre octubre del 2014 y junio del 2015 era burbuja bursátil.

El crecimiento se sustentó en el crédito que no implica la generación de nuevo valor real. De ahí que la caída haya sido exagerada. Antes de la baja de la bolsa, se observó también una caída en el precio de los departamentos nuevos (promedio de 70 ciudades. De hecho, en mayo de este año hubo un retroceso de 6% en términos anuales, y se mantienen nueve meses de caídas continuas. Antes de que China iniciara su lento proceso de desaceleración, se decía que el sector inmobiliario chino gestaba una burbuja.

Aparentemente se "estallido" no ha sido tan fuerte como se esperaba. En esa línea, algunos analistas piensan que existen similitudes entre la China de hoy y el Japón de 1990. En ambos casos cayó el precio de las casas y los índices bursátiles.

Sin embargo, hay que ser cautos con este análisis, ya que cuando Japón comenzó con sus problemas económicos, el PBI per cápita era el de un país desarrollado. En China, el grado de avance a nivel de PBI per cápita es inferior al de Perú, aunque el tamaño de las economías sea similar (recordemos que China tiene una población de 1,300 millones de personas). Además, es poco probable que las consecuencias de la bolsa se propaguen por toda la economía, ya que el efecto riqueza negativo generando afectaría a los inversores, que llegan a 6.6% de la población de China (90 millones).

No se descarta que esto pueda tener algunos efectos en el crecimiento. Como sabemos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reducido sus proyecciones para China a 6.8% en el 2015 y 6.3% en el 2016. Podrían revisarse a la baja luego de estos eventos. De ser así, el impacto sobre los commodities se incrementaría.

Por ejemplo, en el caso del cobre, la caída de la bolsa de Shanghái hizo bajar el precio de cUS$ 260 por libra a cUS$ 250 por libra, alrededor del cual se ha mantenido en los últimos días. Si este promedio se mantiene en el año, las exportaciones mineras agravarían su caída.

 

Publicado en Gestión el 22 de jujio 2015