PROVINCIAS LO NUESTRO

SÓLIDO BOSQUE

 

Formaciones en roca labradas a punta de tiempo describen a Hatun Manchay, un bosque de piedras en la vertiente occidental de la Cordillera Negra, en Áncash. El sitio es de gran impacto paisajístico, ideal para la aventura.

 

 

Escribe: Flavio Montes

Las piedras suelen pasar desapercibidas, pero no las que se yerguen en Hatun Machay. En sus formas misteriosas hay cuerpos cautivos, sentenciados a la inmovilidad y a un lenguaje que se expresa con la fuerza corrosiva de los vientos. Es un lugar que entraña misticismo, que te invita a palpar el comienzo, a sentir el tiempo sin pertenecer a él, eres tú el extraño en un territorio de gigantes pétreos.

En el Perú, los bosques de piedra, como se les llama, se hallan en los pisos altos de nuestros andes. Tenemos así a Cumbemayo en Cajamarca, Hayllay en Pasco, Pampachiri en Apurímac, Marcahuasi en San Pedro de Casta, Lima. Seguro omitimos algunos, pero todos ellos ofrecen un silencio tesmtimonio de nuestras primeras huellas y foramación geofísica.

En esta historia, el protagonista en Hatun Machay. Los antiguos pobladores lo llamaban "Jatún Maché", que significa "cueva grande", por tener entre sus formas unas fauces de roca viva, que guardan marcas del pasado, petroglifos y tallados. Ahí es fácil imaginar a los primeros refugiados: humanos que se protegían de la gélida intemperie. Si desencadenamos la imaginación, quizás veamos en sus símbolos esculpidos la llave hacia otros mundos, présencias invisibles que aún permanecen en el lugar.

Hatun Machay es un sitio reconocido para prácticas de escalada, caminata y otros deportes de aventura; sin embargo, no tienen ocurrencia masiva. Y eso, sin duda, tiene su lado positivo, porque permite admirar la hegemonía de las piedras.

No es recomendable explorarlo en solitario, porque atravesar pórticos, desfilar ante sus guardianes de roca, caminar por una zona parecida a un paisaje lunar, es caer preso del magnetismo y del riesgo de perder el rumbo. Es importante ser precavido y seguir las indicaciones que brindan al visitante en la casa de refugio en el sitio. Asimismo, no hay que arrojar desechos que dañan el equilibrio ecológico.

A solo siete horas de Lima, con destino a Huaraz, hay que pasar po el abra de Conococha, hasta llegar a la comunidad de Pampas Chico. La montaña presenta criaturas lícitas que esperan por ti. La frase de Tolstoi resume ese encuentro. "La base de la felicidad humana es la posibilidad de estar juntos con la naturaleza, para ver y hablar con ella".

Visitando el lugar

Hatun Machay se ubica a 4,290 msnm, en la región de Áncash. El bosque de piedras ocupa una extensión de 200 hectáreas.

Sus rocas de origen volcánico alcanzan hasta 60 metros de altura y fueron moldeadas por el agua, el viento y los glaciares.

La zona tiene evidencia de pinturas ruprestes, arqueología y aguas termales. Además, en la parte alta hay un paisaje lunar formado por un piso de piedra blanca.

Hatun Machay es ideal para practicar deportes de aventura, como la escalada en roca, el trekking y bicicleta de montaña.

El refugio cobra 35 nuevos soles si el viajero usa una cama (interior) y 20 soles si lleva carpa (exteriores).

 

Publicado en El Peruano el 14 de octubre del 2015