CELEBRACIÓN DE LAS LETRAS

FIESTA AL PIE DEL VOLCÁN

 

El Hay Festival, uno de los encuentros literarios más importantes que se lleva a cabo en distintas partes del mundo, se celebró por primera vez en Arequipa, convirtiendo a la Cuidad Blanca en la capital de las letras de América Latina por cuatro días.

 

 

Ernesto Carlín Gereda

Enviado a Arequipa

“El Hay Festival ha llegado para quedarse”. Esta frase fue una de las más repetidas durante el último fin de semana no solo por autoridades y promotores de Arequipa, sino también por el público que se congregó en gran cantidad en todas las actividades realizadas en este encuentro cultural.

Desde el sábado hasta el martes los vecinos de esta ciudad tuvieron el lujo de escuchar conferencias y mesas redondas con personalidades de la talla de Martin Amis, Fernando Savater, Irving Welsh o Jorge Edwards, y muchos más. Pero no solo eso. También de cruzarse con ellos recorriendo sus calles e incluso conseguir les firmen sus obras favoritas y, si la ocasión ameritaba, tomarse un café con ellos.

El nivel de los ponentes y sus exposiciones fue casi por regla general sobresaliente. Por ejemplo, en una de las primeras charlas realizadas escuchamos a Jon Lee Anderson, periodista norteamericano que empezó su carrera en el Perú, dar un análisis muy sentido y nada complaciente sobre nuestro país.

En otra amena exposición, Hugo Coya, periodista que se le conoce por Estación final y otros libros de corte histórico, confesó que él no desea “ser otro Vargas Llosa”. La afirmación la hizo para descartar que tuviera en mente incursionar en la ficción.

Otro que quiso aclarar las cosas, pero a su modo, fue Irving Welsh, autor de la novela Transpotting. Él quiso mostrar al público local cómo era el acento exacto de sus personajes leyendo histriónicamente algunos pasajes de sus libros. Su acento escocés hizo dudar más de una vez al encargado de la traducción simultánea.

Letras viajeras

Los cuatro días del festival tuvieron varios momentos entrañables. Por ejemplo, Fernando Savater, quien tuvo lleno de bandera en sus presentaciones, dando una rueda de prensa en pantuflas y confesando que desde que quedó viudo no piensa escribir más.

Otra escena curiosa fue el lamento de Daniel Alarcón, escritor peruano que ha crecido y vive en Estados Unidos, de no poder ir al estadio para el play off entre Melgar y Garcilaso porque se le cruzaba con una de sus actividades pactadas. Este súbito interés por el torneo nacional tiene un motivo familiar: su abuelo era socio del club mistiano.

Una constante fue cruzarse con Daniel Mordzinski, fotógrafo argentino especializado en retratar a escritores, persiguiendo a los autores por las calles arequipeñas buscando una imagen curiosa para su ya amplia colección. Pero el famoso reportero gráfico no fue el único que arribó para dar cuenta de lo que se hizo por estas tierras.

Además de los numerosos periodistas acreditados de medios tradicionales se encontraban los responsables de otras alternativas de información. Por ejemplo, los miembros de Un libro por semanas, una página web manejada por estudiantes de la Universidad Villarreal dedicada a la promoción de la lectura.

Aunque aún hay algunos puntos de logística que afinar –el sonido en ciertas ocasiones fallaba, los traductores no siempre atinaban, entre otros– este primer Hay Festival mistiano ha dejado un buen recuerdo. Ya se ha asegurado una segunda edición el próximo año, y si sigue así se hará verdad esa frase tan escuchada en estos días: “El Hay Festival ha llegado para quedarse”.

15 mil asistentes tuvo el festival durante sus cuatro días de actividad.

Irving Welsh mostró el acento escocés de sus personajes leyendo fragmentos de Transpotting.

PUNTO X PUNTO

Algunos de los participantes internacionales fueron Gerald Martin, David Rieff, Juan Gabriel Vásquez, Marcus du Sautoy, Joumana Haddad y Alberto Fuguet, entre otros más.

Entre los peruanos estuvieron Renato Cisneros, Jorge Eduardo Benavides, Gabriela Wiener, Santiago Roncagliolo, Miguel Gutiérrez y Oswaldo Reynoso.

El Hay Festival se celebra en distintas ciudades del mundo siguiendo un modelo creado en la ciudad galesa de ese nombre. Una de sus reglas es no llevarlo a cabo en las capitales, para descentralizar la cultura.

 

Publicado en El Peruano el 11 de diciembre del 2015