ENFOQUE

¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE LA EMPRESA?

 

Esta pregunta es controversial y las respuestas siempre son variadas, desde generar ganancia, ayudar a la sociedad, preservar el medioambiente, ayudar a los trabajadores, entre otros. Se puede generar ganancia de 1%, pero muy pocos inversionistas lo aceptarían en el largo plazo porque un depósito bancario le pagaría más por sus inversiones a un menor riesgo.

 

 

ROBY ARBE SALDAÑA,MBA
Economista-Catedrático

 

Asimismo, una empresa que quiere preservar el medioambiente, pero no tiene la suficiente caja para mantener su sistema de limpieza de dióxido de azufre, termina quebrando. Entonces ¿cuál es el objetivo principal de la empresa?, según la Teoría de la Firma Neoclásica, es generar valor para el accionista o dueño. Esta afirmación que puede parecer muy general, egoísta y etérea tiene un significado más preciso: generar valor significa maximizar la rentabilidad del accionista o dueño sobre su costo de oportunidad en el largo plazo y esta debe ser sostenible en el tiempo.

En economía, el costo de oportunidad o costo alternativo designa el valor de la mejor opción no realizada. El término fue acuñado por Friedrich von Wieser en su Teoría de la Economía Social, 1914. Se refiere a aquello de lo que un agente se priva o renuncia cuando hace una elección o toma una decisión. El costo de oportunidad es variado y depende de cada inversionista, esta puede ser desde tener su inversión en algún banco de primer orden hasta la rentabilidad en algún negocio que ya tiene.

¿Y dónde quedan la responsabilidad social, el medioambiente, los trabajadores, etc.? Los denominados stakeholders desempeñan un papel importante en este objetivo: estudios demuestran que empresas que no aplican responsabilidad social, no cuidan el medioambiente o tratan mal a sus empleados, entre otros factores, terminan socavando la rentabilidad en el corto o largo plazo. Por ello, en la actualidad se habla de crear valor en vez de maximizar rentabilidad porque enfoca e incluye a los stakeholders.

La casuística de esta aseveración está llena de ejemplos. Un caso cercano en el Perú es Doe Run Perú, la empresa minera de La Oroya, la cual generaba ganancia extraordinaria previa a su cierre por la falta de adecuación al cuidado del medioambiente. Según el Ministerio de Salud, el 99.8% de los niños de La Oroya estaban envenenados con plomo en la sangre porque el complejo metalúrgico emitía 1,000 toneladas diarias de plomo, arsénico, dióxido de azufre y otros metales al ambiente, y sin embargo, presentaba utilidades extraordinarias sin que el Estado no lograra que se produzca ninguna reducción de estas emisiones tóxicas. En este caso, la función del Estado es fundamental, actúa como regulador y supervisor entre los agentes y su actuación eficiente debe determinar el equilibrio en el corto plazo.

 

Publicado en El Peruano, 12 de agosto del 2016