MERCADO EN CRECIMIENTO

 

MODA A LA PERUANA

 

La oferta y demanda de servicios de la moda crece en el país, diversificando los oficios más allá del clásico diseño de modas. El sueño de la marca propia y la apuesta por los productos nativos integran este panorama.


 

JOSÉ VLADILLO VILA

Los mercados evolucionan. En el caso de la industria de la moda peruana, esto se ha dado en los últimos años, con el aumento del poder adquisitivo de los peruanos traducido en una mayor inversión de las personas en lo suntuario: vestimenta, belleza–, la llegada de centros comerciales y las marcas internacionales.

Si bien Argentina, Brasil y Colombia son industrias de la moda muy importantes, con diseñadores, marcas propias y pasarelas internacionales, el Perú, gracias a alianzas públicas y privadas, desarrolla vitrinas importantes para sus nuevos talentos y los consagrados, como el Perú Moda, el Alpaca Moda y la Semana de la Moda, que convocan la atención de los compradores extranjeros.

"El crecimiento del mercado de la moda en el Perú ha sido tanto en el sector retail [mercado masivo] como en el sector moda", recuerda Mary del Águila, directora ejecutiva de Centro de Altos Estudios de la Moda (Ceam).

Diversificación del oficio

Este aumento en la demanda se traduce en mayores oportunidades laborales y la aparición de nuevas especialidades.

"Ya no se limita solo a ser diseñador de modas, como hace dos décadas; hay profesionales del rubro también en las empresas. Tenemos especializaciones que antes no se veían en el Perú, como el stylist [estilista], el personal shopper [guía de compras de ropa personal], buyer [el comprador para tiendas por departamento], comunicador de moda, vestuaristas", afirma Del Águila.

Los egresados de estas carreras técnicas pueden trabajar también en empresas de tejidos, exportadores, tiendas por departamentos, en la sección "visual" de los centros comerciales, ser blogueros de moda, editorialista de modas en medios escritos… Diversas opciones. Además, algunos centros de enseñanza tienen convenios para especializarse en Europa.

Otro punto a favor es que el mercado no se reduce a Lima. Crece en las ciudades de Trujillo, Arequipa y Cusco (en ese orden). Y seguirá a medida que aparezcan más centros comerciales en otras zonas del país.

Marcas propias

Ruido, noise. El publicista Gustavo Alva y su socio empezaron el sueño de la marca propia de ropa hace dos años. Le pusieron por nombre Noise, en honor al ambiente que les gustaba: la movida de los pinchadiscos.

Sintió la necesidad de estudiar para ampliar sus conocimientos. Se decidió por Gestión Textil y de Moda. Aprendió sobre el proceso completo de las prendas; el comercio justo, los distintos modos de producción entre el algodón convencional y el orgánico. Se dio cuenta de que no solo debía de sacar prendas "bonitas y de moda", sino también darle el concepto de lo sostenible, un mensaje profundo. Se decidió por el 100% de algodón orgánico y buscar proveedores que cuiden el medioambiente en sus procesos. Muestra orgulloso los botones hechos de latas recicladas que importa, porque no hay eso en el país.

Mary del Águila comenta que hoy el mercado peruano responde muy bien a las marcas propias, que se enfocan en nichos de mercado específicos, guiados por estilos de vida, con variedad de públicos que va desde lo ecológico, pasando por ropa para gorditas y hasta de mascotas. Es un momento muy importante, en que uno puede ejercer para tener negocios de diversa índole. Y les va bien.

"Tenemos uno de los tres mejores algodones orgánicos reconocidos a escala mundial, pero sin estudiar no hubiese logrado el conocimiento, experiencia y los contactos", sostiene Gustavo Alva. Su próximo proyecto es desarrollar el cuero de fibra natural.

Identidad e innovación

El branding de la empresa de Elizabeth Sánchez recuerda que en "la casa de la luna" las artesanas trabajan, que los textiles remiten a la identidad peruana.

Después de transitar por el derecho y la fotografía, llegó a la moda. Ha desarrollado la marca junto a un colectivo de artesanas: Quilla Wasi (casa de la luna, en quechua) aunque recién cursa el segundo de los tres años de la carrera, ya ha exportado piezas de alpaca a Nueva York. Ahora apunta al mercado europeo.

"Cada pieza tiene historia", explica la joven, quien ya interiorizó en los viajes al extranjero que la multiculturalidad del país es un plus para la moda. Y empezó a asociarse con señoras de Puno, de Arequipa, para desarrollar sus ideas en la exótica fibra de alpaca.

"Trato de cuidar mucho la identidad. Las señoras proponen cosas bonitas y funcionales que trabajan en sus telares. Este año les llevaré algunos diseños para poder ensamblar con las tendencias al consumo, la demanda de afuera. Un porcentaje seguirá siendo sus piezas tradicionales porque cuidamos su identidad", puntualiza.

¿Quiénes estudian?

Si bien en términos de género aún el 90% de quienes estudian estas carreras de la moda son mujeres, la procedencia de los estudiantes es heterogéneo: en Lima no es de ningún distrito en específico ni clase social. "Ya no hay tabú de que el diseño de modas es solo para modistos, ahora son más abiertos los padres para enviarlos a carreras técnicas", dice Del Águila.

Datos

Las marcas propias de moda pueden dar sus frutos entre los 3 y 5 años.

Hoy la carrera de diseño de moda incluye las herramientas de gestión, para que los alumnos tengan éxito en sus negocios.

Los productos orgánicos deben contar con la debida certificación, por ejemplo, el algodón orgánico o cómo se elaboran sus tintes.


Publicado en El Peruano, 13 de febrero de 2017