¿Cuál es el avance de la reforma de los programas sociales?

El coordinador de estos programas afirma que ya cuentan con un eficaz sistema de información que permitirá formular una política social óptima

Por Luis Hidalgo Suárez

Las críticas a los programas sociales, que se vienen ejecutando bajo la nueva estrategia que implementa este gobierno, sostienen que no están dando resultados y que la pobreza y desnutrición infantil, por ejemplo, no disminuyen, aun cuando el crecimiento económico es alto y sostenido.

“Esto es totalmente falso, politizado y mal intencionado”, responde Iván Hidalgo, secretario técnico de la Comisión Interministerial de Asuntos Sociales (CIAS), de la PCM, quien tiene a su cargo la coordinación de todos los programas sociales y la estrategia Crecer, que articula cinco programas prioritarios para reducir la desnutrición infantil crónica.

“El Gobierno está destinando recursos, orientando y focalizando el gasto social, como nunca antes, hacia los distritos más pobres, y los resultados los veremos en el 2011: 30% de pobreza y disminución de la desnutrición infantil ostensiblemente”.

Las metas del Gobierno en el campo social son bajar la pobreza de 44.5% a 30%; la pobreza urbana de 31.2% a 20%; la pobreza rural de 69.3% a 45%; la desnutrición crónica infantil de 24.1% a 16%, para el 2011, entre las principales.

Por ahora todavía no se han cuantificado los primeros resultados de la nueva estrategia. Ello se hará recién en el 2009, a través de un censo y mediante la tercerización de una medición a organismos internacionales, a fin de que evalúen los avances, asegura Hidalgo.

Avances

El jefe del CIAS reiteró los avances logrados en materia de los programas para afrontar la desnutrición crónica infantil a través de la estrategia Crecer.
Actualmente ya se avanza hacia la tercera fase, que cubrirá a los 880 distritos más pobres del país (Gestión 17.12.2007).

La estrategia Crecer exige el cumplimiento del protocolo de nutrición para otorgar el beneficio monetario del programa, es decir que el niño debe asistir a sus controles de crecimiento y talla. Los avances se han dado en la implementación regional y el resto del año se hará a nivel local, con la comunidad, dijo.

También ha habido una importante mejora en el presupuesto global de los programas sociales. La ejecución del gasto social (en 12 programas sociales) llegó a S/. 3, 278 millones en el 2007, y este año el presupuesto llegará a S/: 4, 500 millones.

Los cambios que se vienen introduciendo en los programas sociales son de gestión, entre los que están: el sistema de información social: Registro de Beneficiarios; la ficha técnica que permitirá ver las carencias de las familias; la estructura de los programas sociales; el tema institucional (potenciación del CIAS); la reducción de 82 programas sociales a 26 y que pueden quedar en 15 o en 13.
“Todos (los programas sociales) están en evaluación, acá no hay privilegios”.

Otro tema importante es la planificación. “Estamos construyendo un sistema: el Marco Social Multianual, para que exista un equilibrio con el Marco Macroeconómico Multianual, debido a que es necesario tener claras las definiciones de política en materia educativa, de salud y en programas sociales”.

 

Estima que este Marco estaría listo para el 2009.

Iván Hidalgo también destaca que a partir de este año se faculta a muchos gobiernos locales para que inviertan en nutrición infantil, utilizando recursos del Canon Minero.

Recomiendan mejorar los sistemas de información

Enrique Vásquez, investigador social de la Universidad del Pacífico, destaca que el Gobierno actual sí ha adoptado muchas de las sugerencias a las que, como conclusión, llegaron la sociedad civil y el Estado, en el tema de la Política Social.

Una era que había que fusionar los programas sociales; otra que había que mejorar la focalización; y una tercera sugerencia señalaba que es importante desarrollar una cultura de evaluación en función a resultados a obtener, detalló.

“Cuando se escucha el discurso de los ministros y encargados de la política social, se encuentra con claridad que manejan estas sugerencias. El problema está en cómo ese discurso se traduce en cambios operativos”.

En tal sentido, Vásquez sugiere mejorar los sistemas de información para la toma de decisiones en lo referido al gasto social, y que todo programa social y toda entidad pública, utilicen el DNI como instrumento de identificación del beneficiario.

Esto último permitirá saber con precisión si alguien que nació está recibiendo estimulación temprana. Luego, si está en el colegio. Es decir, se hace una gerencia por resultado con enfoque de ciclo de vida. “Este cambio todavía no se ve”, dijo.

Con ello, se sabría quién recibe la ayuda, y quién no, así como qué programa está operando y en dónde.

Comentó que si bien en el Gobierno se requiere implementar este cambio, existiría resistencia en los técnicos de los programas sociales, porque “comienzan a desnudarse los problemas de orfandad de precisiones sobre quienes son los beneficiarios y qué es lo que se está dando”.

Respecto al mapa de impacto que ha construido Crecer, Vásquez señaló que no es de impacto, sino de coincidencia, con lo cual, sin embargo, se podría cruzar información e identificar con precisión al beneficiario, lo cual puede facilitar la eficiencia y eficiencia y eficacia del gasto social.

Descentralización

Por otra parte, señaló que si bien es cierto que ahora los gobiernos subnacionales (regionales y locales) manejan dos tercios de los programas sociales, es decir cuentan con más dinero disponible, el problema es que no se ha desarrollado una descentralización con un enfoque moderno.

Eso significa que se reparten recursos bajo un acuerdo de gestión por resultados, es decir acompañando los recursos con una indicación de cómo se deben administrar los mismos sobre la base de las experiencias. De lo contrario, los errores se extenderán, Si antes se daba a 100 personas un alimento que no nutría, ahora se dará el mismo alimento a 120, con lo cual la efectividad es nula, advirtió.

Por ello, además de la sugerencia sobre el uso del DNI como identificador del beneficiario, recomendó que la descentralización del gasto social sea bajo acuerdos de gestión por resultados. Es decir entregar más recursos pero también en “know how” (cómo se hace), de tal forma que se les orienta a los gobiernos subnacionales sobre cómo invertir el dinero. “Y si se invierte mejor, hay más chorreo”.

Ellos permitirá también mejorar los problemas de filtraciones, de sub y sobrecobertura, en la asignación del gasto social.