ECONOMÍAS EMERGENTES, EL ASCENSO DE LA

CLASE MEDIA

 

En realidad, si existe una gran oportunidad de negocios en el mundo para los próximos quince años, es aprovechar el enorme crecimiento esperado de la clase media en economías emergentes.

 

 


JOSÉ MARTÍNEZ
Vicepresidente Ejecutivo de Inversiones de Rímac Seguros

En el 2032, siete de cada ocho personas vivirán en lo que hoy es una economía emergente y 65 centavos de cada dólar de producción global provendrán de este bloque  de países. Dada las condiciones actuales, resulta prácticamente inevitable que antes del 2030, las que ahora conocemos como economías desarrolladas de su rol de liderazgo global.

En este proceso de crecimiento y transformación, las diferencias que separan a ambos grupos deberían  hacerse más tenues. Por ejemplo, en América Latina, Chile y Uruguay debería alcanzar los mismos niveles de ingreso  per cápita que Italia y España. En Asia, China debería  alcanzar niveles de ingreso comparables con los de las economías menos ricas del bloque desarrollado. Dado el gran tamaño de su población, sin embargo, el mercado interno chino debería llegar a ser aproximadamente dos veces más grandes que el mercado interno de los Estados Unidos.

En general, debemos esperar no solamente que el paulatino proceso de reducción de la pobreza global, que ahora vivamos, continúe hasta formar una sólida clase media en las economías emergentes en los últimos 35 años, China ha logrado sacar de la pobreza a 800 millones de habitantes, y se espera que, así como el país asiático, en los próximos 15 años más de 1,500 millones de habitantes dejen de ser pobres en el mundo. Esto implica que en el 2032 habrá poco menos de 400 millones de pobres a nivel global y el crecimiento de los ingresos posiblemente erradique la pobreza casi en su totalidad en el año 2060.

En realidad, si existe una gran oportunidad de negocios en el mundo para los próximos quince años, es aprovechar el enorme crecimiento esperado de la clase media en economías emergentes. En la medida que más personas logren salir de la pobreza, se irán incorporando a la clase media. En el 2032, 8 de cada 10 personas que pertenezcan a la clase media, se encontrarán en Asia  emergente, Centroamérica o Sudamérica. Este cambio también originará una recomposición dentro de los países cuya población de ingresos medios será las que consuman más a nivel global. Si bien  actualmente EE.UU., China y Japón representan juntas más de la tercera parte del consumo mundial de las familias de clase media, en los próximos 15 años, solo China e India representarán el 40% del consumo total de este sector.

Estos beneficios para las personas de ingresos medios, así como el liderazgo de las economías emergentes también llevarán a que las grandes multinacionales enfoquen sus estrategias en estas economías creando un mercado más competitivo e incentivando mayores flujos de inversión hacia ellas. Con ese interés, el impulso potencial para el desarrollo de estos mercados de capitales será muy grande. De hecho, en los últimos dos años, mientras que los flujos de inversión extranjera en sectores extractivos se ha mantenido estancados, la inversión extranjera en servicios y rubros orientados a consumo es la que ha representado mayor expansión.

Como en todo proceso, sin embargo, el ascenso de la clase media beneficiará más a unos que a otros. Los países ganadores serán aquellos que logren garantizar a los inversores globales a la estabilidad macroeconómica, el imperio de la ley y el respeto de los derechos de propiedad. La oportunidad para el Perú es muy grande.

En el 2032, existirán 6.1 millones de hogares de clase media; tres veces los que existen hoy. Por otro lado, dentro de 15 años, la capacidad adquisitiva del peruano promedio en alimentos salud y educación será tres veces mayor a la actual. Esto debería repercutir en una mejor calidad de infraestructura, investigación y desarrollo, y en una mayor expectativa de vida para la población.

 

Publicado en Gestión, 05 de junio de 2017