UNA INCLINACIÓN POR LA RENTA VARIABLE

 

Este año, se han registrado flujos importantes hacia los productos negociados en bolsa y los fondos mutuos entre las clases de activos, ya que disminuyeron los riesgos políticos y económicos percibidos y, en respuesta, muchos inversionistas han puesto su dinero a trabajar.

 


RICHARD TURNILL
Responsable Global de Estrategias de Inversión BlackRock

Pareciera que las acciones de Europa y los ME (mercados emergentes) son más populares que el año pasado, según un análisis de los flujos, el impulso de los precios y el posicionamiento efectuado por el equipo de análisis cuantitativo y de riesgo de BlackRock.

No obstante, estas clases de activos no parecen tener demasiada actividad (un puntaje superior a dos).

Por el contrario, el posicionamiento en los créditos estadounidenses parece tener más actividad.

Observamos que la actividad tumultuosa es un indicio de riesgo creciente en lugar de una señal de venta.

Este año, se han registrado flujos importantes hacia los productos negociados en bolsa y los fondos mutuos entre las clases de activos, ya que disminuyeron los riesgos políticos y económicos percibidos y, en respuesta, muchos inversionistas han puesto su dinero a trabajar.

En lo que va del año, se registró un flujo de casi US$170,000 millones hacia los fondos de bonos globales y de US$140,000 millones hacia los fondos de renta variable global, según los datos de EPFR Global.

Al mismo tiempo, los fondos del mercado monetario han experimentado importantes flujos de salida.

Las acciones de Europa y los ME ya no son las transacciones contrarias que fueron durante gran parte del 2016, pero consideramos que persiste un sólido argumento para la exposición a las acciones internacionales.

Nuestro "índice de riesgo", medidor del apetito por el riesgo, muestra niveles congruentes con asumir un riesgo moderado, pero no se aproxima de ningún modo a la "exuberancia irracional" que se vio a finales de la década de 1990 o a mediados de la del 2000.

Flujos

Los flujos de entrada sólidos hasta la fecha solo han reemplazado un cuarto de los flujos de salida de las acciones de los ME entre la venta masiva del "berrinche por la desaceleración" del 2013 y mediados del 2016, y solo el 17% de los flujos de salida de la renta variable de Europa el año pasado.

La reflación global, una fuerte recuperación de las ganancias y las primas de riesgo atractivas de la renta variable también deberían respaldar las acciones internacionales. En vistas de este escenario, nos inclinamos por asumir riesgo en los mercados de renta variable en lugar de crédito, donde hay más actividad en el posicionamiento y las valoraciones son menos atractivas; aunque sí observamos oportunidades en el crédito estadounidense de alta calidad.

 

Publicado en Gestión, 22 de junio de 2017