ANÁLISIS CONSORCIO DE INVESTIGACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL (CIES) / UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

EL COSTO DE SER MADRE

LAS MUJERES CON HIJOS ENCUENTRAN DIFICULTADES EN EL ÁMBITO LABORAL Y EDUCATIVO, LO QUE ES RELEVANTE EN UN PAÍS CON 22% DE HOGARES MONOPARENTALES.

Un reciente estudio sobre brechas salariales por maternidad, comprueba que las mujeres con hijos perciben un ingreso 23% inferior al de las mujeres sin hijos. Además, las mujeres con hijos tienen mayor presencia en el sector informal, menor cobertura de protección social y más horas destinadas al trabajo doméstico. El estudio de Tambia Lavado (UNMSM) encuentra las cifras de esta desigualdad.

¿Dónde está la diferencia?

El estudio realizado consideró los datos provenientes de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) para el periodo 2006-2016 y analizó solo a las mujeres entre 18 y 45 años. Los resultados indican que la brecha de ingresos laborales entre ambos grupos de mujeres se debe sobre todo a la diferencia de capital humano, pues las mujeres con hijos tienen, en promedio, 3 años menos de educación que las mujeres sin hijos. La situación más notoria de esta diferencia se observa al comparar el mayor nivel educativo alcanzado, pues un 40% de mujeres con hijos tienen nivel inferior al de secundaria incompleta.

Esta baja calificación las lleva a estar ocupadas en puestos de trabajo vulnerables como autoempleo no profesional o trabajos familiares no remunerados. Estos puestos tienen como característica estar asociados a bajos niveles de productividad y salarios, así como a un bajo nivel de protección social. Para el año 2016, el 53% de mujeres con hijos se encontraba en puestos vulnerables; mientras que la cifra se reduce a 28% cuando se trata de mujeres sin hijos.

Fuera de los ejes de la inclusión social

Por otro lado, la distribución de responsabilidades dentro del hogar tiende a feminizar los trabajos domésticos, situación que fue comprobada con el análisis de la Encuesta Nacionall sobre Uso del Tiempo (ENUT). Según los datos de esta encuesta, de todas las mujeres que participan del mercado laboral, las que no tienen hijos destinan 26 horas semanales a trabajos domésticos, mientras que las mujeres con hijos destinan 47 horas a los mismos trabajos.

De aquí surge una primera problemática, pues si se suman las horas que destinan las mujeres sin hijos al trabajo doméstico y al trabajo remunerado, se obtiene un promedio de 61 horas semanales. Esta cifra aumenta si se trata de mujeres con hijos, llegando a 80 hora semanales, originando una doble jornada de trabajo para este grupo.

En cuanto a las mujeres que no participan del mercado laboral, este estudio, promovido por el CIES, descubrió que mientras las mujeres sin hijos destinaban 14 horas semanales a actividades educativas; las mujeres con hijos destinaban menos de una hora. Esto se relaciona directamente con las 66 horas semanales que destina, este último grupo de mujeres, a trabajos del hogar.

De esta situación surge una segunda problemática, dado que las mujeres que no participan del mercado laboral y tampoco del sistema educativo están quedando fuera de los principales ejes de la inclusión social. Estas mujeres, que ni estudian ni trabajan, constituyen un grupo vulnerable que debería ser atendido.

Publicado en Gestión , 29 de Noviembre del 2018