Las exportaciones y el impacto de la crisis de EE.UU.

 

Por Adex

Si la operación de rescate financiero que está implementando el Gobierno de Estados Unidos tiene éxito y se logra reordenar el sistema financiero de ese país sin mayores repercusiones en el resto del mundo, el Perú no debería tener mayores preocupaciones, más allá de una salida de dólares del país y de mantener, por parte del BCR, el tipo de cambio estable.

Para evaluar el impacto de esta crisis sobre las exportaciones peruanas, habría que esperar que el panorama financiero se despeje y permita ver cómo va la situación económica de Estados Unidos. Desde esa perspectiva, todavía pesa una sombra recesiva alentada por al menos tres factores: el debilitamiento fiscal que experimentará el país del norte como consecuencia del costo asumido por el rescate financiero, el recorte del crédito de parte de la banca que afectará al consumo y la inversión y el incremento del desempleo.

Recordemos que la economía norteamericana experimentó una pérdida de dinamismo en el primer semestre del año y que las causas materiales de dicho fenómeno aún subsistirán, luego de superada la crisis financiera. De este modo, lo sucedido con las exportaciones peruanas, en los ocho primeros meses del año, puede ser un buen indicador de lo que pasará en los siguientes meses.

Pérdida de dinamismo y baja estabilidad

Las exportaciones peruanas a los Estados Unidos alcanzaron un importante ritmo de crecimiento hasta al año 2004 (42.8%). A partir del año siguiente, se inicia un proceso de desaceleración que se extiende hasta noviembre del 2006, alcanzando tasas de crecimiento negativas.

El año 2007 se recupera cierto ritmo de crecimiento, con una tasa inferior al 10% y se mantiene así hasta la fecha. Sin duda, la devaluación del dólar y la menor dinámica económica estadounidense, están asociadas a este débil desempeño de las exportaciones.

Evolución reciente

Una mirada a la evolución de las exportaciones a Estados Unidos, en lo que va del año, puede ayudarnos a identificar evidencias más precisas sobre el impacto de la menor dinámica económica de dicho país.

Así, tenemos que, en los primeros 8 meses del año, los sectores que, registran una caída en sus exportaciones son: minería no metálica (-12.7%), maderas (-29.3%) y el subsector varios (-9.6%) en el que destaca la joyería.

Centrándonos en la información estadística más reciente, los datos de agosto parecen emitir más advertencias, ya que no solo los tres sectores antes mencionados están exportando menos, sino que a ellos se suman el sector textil, cuyas ventas caen en 3.8%, y el de prendas de vestir que cae en un significativo 11.8%.

Para ser más precisos aún, podemos analizar el comportamiento de las exportaciones por grupos de productos.

En primer lugar, debemos destacar a las exportaciones de tejidos de punto, que si bin no registran una tasa de crecimiento negativa en el acumulado, ya ha reducido su ritmo de crecimiento, alcanzando tasas negativas en algunos meses del año, incluyendo a agosto.

Otro sector que muestra mayor sensibilidad a las condiciones del mercado de Estados Unidos es el de joyería, con ventas que han caído en 10.8%. En períodos de crisis, es comprensible que la gente recorte sus gasto en productos que no son básicos para su consumo; no debe sorprendernos que el sector joyería venda US$ 4.5 millones menos que el año pasado en el período enero – agosto.

Similar pérdida sufre la minería no metálica, cuyas ventas caen en 12.7%, perdiendo US$ 5.3 millones en lo que va del año.

La lista se extiende a una gama bastante amplia de productos de muebles y madera, metalmecánica, flores, aceites, pesca y químicos.

Ante la incertidumbre… precaución

Una de las mayores precauciones que intentaba adoptar la autoridad económica era el evitar el ajuste excesivo sobre la demanda que pudiera desacelerar la marcha de la economía más de lo debido; sin embargo, recientemente, el Ministerio de Economía reconoció que el presupuesto del 2009se había elaborado pensando en que la economía mundial entraría en recesión el próximo año, cuando, en realidad, la crisis se le había adelantado para este año. Por lo tanto, existiendo ya en el ambiente factores recesivos, las medidas fiscales que se pensaban adoptar resultarían teniendo un efecto negativo mayor.

La preocupación cambia de sentido, ahora debemos ocuparnos de dinamizar la economía nacional para contrarrestar lo que seguramente llamaremos “recesión importada”.

Por lo tanto, recomendamos al Ejecutivo, y también al Legislativo, meditar seriamente sobre los proyectos como la eliminación del drawback y los contratos laborales para las exportaciones no tradicionales.